Ya casi llegamos

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—Hasta aquí les llego el raite, carnales— dijo el pollero haciendo un gesto con las manos para que todos descendieran de la camioneta.

Si tan "carnales"  fuéramos, no nos dejaría aquí, pensó Julianna.  De un salto bajo de la camioneta, pues estaba un poco alta. Una vez abajo, busco con los ojos a su madre, y vio que a penas descendía de esta.

Ella solamente camino y espero a que su madre viniera tras ella, pues estaba segura de que lo iba a hacer. Su mama simplemente iba a su lado, hasta que rompió el silencio

 —¿Sigues molesta conmigo— y Julianna solo respondió un simple y sencillo

 —Mama, no estoy molesta, estoy, ¡furiosa!— y Julianna haciendo un berrinche, apresuró su paso dejando atras a su madre.

  —Ni siquiera fuiste capaz de consultarme tu decisión, ¡me hiciste dejar una vida hecha atrás, mamá!— y su madre enojada por el berrinche que estaba haciendo, contraatacó

  —A ver, Julianna, no tenia absolutamente nada que consultar contigo, ¿quien es la que trabaja 12 horas al día? Tu no, por lo visto. El dinero que ganaba en Obregón no alcanza ni siquiera para cubrir los gastos básicos, Julianna— Noelia molesta por la actitud tan inconsciente de su hija, añadió 

—La escuela de la que egresaste no se paga sola, el agua, la luz, la comida, tu ropa y zapatos... Estoy harta de trabajar como un burro y no ganar lo suficiente— Julianna rodó los ojos y agregó

  —Mamá, quiero que estés consciente de que yo jamas te pedí nada, y aun así, ahí vas— y la paciencia de Noelia, se salio de control

  —Si, Julianna, te lo di ¡por que te amo! Por qué, soy tu madre, y por que, a pesar de que es mi obligación hacerlo, no lo veo como tal. Eres lo único que tengo, mi amor...—

Julianna estaba tan enojada que no escuchaba lo que su madre tenía para decirle. Solo siguió caminando, pues sabía que su madre tenía razón, pero el orgullo hacía que actuara de esa manera.   


































—Estoy muy cansada— dijo Julianna, más para sí misma. Pues no sería cómodo hablar con su madre con tremendas palabras que le dijo. A pesar de que moría por llegar a un lugar calientito, quería descansar un poco, pues llevaban horas caminando aparentemente sin rumbo, pues parecía que entre más avanzaban, más largo se hacía el camino. Tomó de su mochila un recipiente en el cual tenía algún guisado que su mamá preparó y empezó a comer.

Noelia también estaba sentada, viendo a la nada, ella también estaba muy cansada, pero seguía avanzando para llegar más rápido.

—Mamá...— habló Julianna tardándose un poco en continuar —de verdad lo siento... He sido egoísta, y lo que te he dicho no es para nada educado. No quise faltarte al respeto.

Después de unos segundos de silencio, que más bien parecieron horas, decidió hablar

—Hija— Noelia pensó una vez más sus palabras y habló—se que mi decisión fue un poco apresurada, pero no fue tomada a la ligera. Lo pensé por muchas noches, y se que esto es lo mejor. Lo único que quiero es que seamos felices sin sufrir carencias. Quiero que tengas lo mejor, Pochilas.. —

—¡Mamá, hacía mucho que no me llamabas de esa manera!— dijo Julianna mientras abrazaba a su madre, que amaba por sobre todas las cosas.

—Te amo, mamá— Noelia con el corazón hecho agua, dijo

—Yo más, Pochilas— y Julianna puso los ojos en blanco con fingida molestia.

—ya basta— le divertía como su hija se molestaba por el apodo de primaria que tenía.

—ya, pues, te dejo en paz— y por fin dejaron su absurda discusión atrás.

—Ándale, apúrate que creo que ya casi llegamos. Además, no queremos problemas con la migra— Julianna se levantó y prefirió ir comiendo mientras avanzaba.










Habían pasado ya más de 5 horas caminando, y por fin vieron como las luces de la ciudad se miraban. —mamá, ¡estamos llegando, estamos llegando!— expresó Julianna con genuina emoción en su voz. Su madre con la voz agotada, solo dejó salir de sus labios un —Si, mi vida, hemos llegado... —

y siguieron caminando hasta llegar a una ciudad, en la cual segura, que cumplirían su sueño. El sueño americano.

Aquí concluye el cuarto capítulo de ésta primera obra mía. Disfrutenlo mucho, Dios los bendice... ❤️

Julianna La InmigranteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora