Adiós

11 1 0
                                    

Julianna con lágrimas en sus pupilas color avellana objetó a Noelia, su madre

—¿Ni siquiera puedo ir a despedirme de Lucía?— con la esperanza de que su respuesta fuera afirmativa.

—No, Julianna, ya no tenemos tiempo. Toma tus cosas y vámonos—

En ese momento casi pudo escuchar como su corazón se estrujaba. Pudo sentir el dolor de cada grieta. —Mamá, pero es mi mejor amiga. ¡Tengo que hacerlo!— y su madre respondió

—Entiende que ya no podemos, en cualquier momento...— y en ese preciso instante se escucho una bocina proveniente de la calle.

—¿escuchaste? Ya llegaron por nosotros. Toma tus cosas ya.— dijo su madre con voz autoritaria y salió apresurada de la habitación.
Julianna se había cansado de discutir con su madre. Ella no se quería ir. Estaba segura que si le explicaba a su mejor amiga, se podría quedar con ella. Eran amigas, en las buenas y malas. Ella no querría que se fuera. Pero ni siquiera pudo decirle adiós... Solo le pedía a Dios que les fuera bien a donde sea que fueran.

Julianna La InmigranteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora