➹ CAPITULO 5 : El servicio comunitario - Parte 1.

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jodido arrogante, no, no, el es la palabra arrogante.

•••

Perdí la apuesta.

Casi estoy sacando humo por las orejas al ver su sonrisa de victoria, me mira burlón y de manera infantil le saco la lengua, el rueda los ojos y después ríe.

Me cruzo de brazos y le mando una mirada fulminante, nunca nadie me gana en una apuesta, y ahora tendré que comprarle una malteada, y justo hoy tenemos que hacer el servicio comunitario, creo que todo está saliendo mal para mi.

Hoy se supone debía ser el día en el que odio al mundo, no el día en el que el mundo me odia a mi, agh.

—Tenemos los ganadores de los puntos, gracias a Dios, me estaba cansando de verlos —suena el silbato—. Tienen sus puntos, vallan a los vestidores y cambiense, apestan a animal muerto —suena el silbato, nos vamos caminando a los vestidores, ahora odio más al mundo.

Esos puntos eran para mi.

—¡Aparta el dinero para mi malteada, pelirroja! —Evan me grita desde el otro lado de la cancha, lo miro mal.

—¡Idiota!.

Odio su mirada burlona, parece un niño que obtuvo su juguete favorito y se está divirtiendo. Se da la vuelta y empieza caminar junto a su amigo a los vestidores de hombres, yo hago lo mismo pero a los de mujeres.

Y ahora es cuando me pregunto, ¿donde se metió Nora?.

No me había dado cuenta que desde que perdimos desapareció de mi lado, resulta que estaba muy ocupada tratando de matar a Evan con la mirada, lo cual claramente no funcionó, sigue estando vivo.

Llegó sola, y ni si quiera la veo en los vestidores así que me desvisto y me pongo mi ropa normal. Cuando salgo me encuentro con las Barbies fuera, ignoro ese hecho y sigo caminando hacia mi destino que la verdad aún no está definido.

Si, soy el tipo de chica que camina sin rumbo hacia ningún lado hasta que se le ocurre que hacer.

—¡Hey, tu! —me giro en busca de la voz, claro que tenían que ser las Barbies quién me hablarían, es Jessica quién me habla.

La miro confundida, se podría decir que es un honor que alguien como ellas, hablen con una chica del rango "común", como lo soy yo.

Miro detrás de mí para ver si no hay alguien más.

—Si, te estoy hablando a ti, bichito raro —se ríen, como si hubiera sido la cosa más graciosa que alguien hubiera escuchado en sus vidas.

Me señalo—. ¿A mi?

Pasa la mano por su cabello, da la impresión de que lo hace como esos comerciales de shampoo, donde el cabello es perfecto.

—Si, tu. ¿Tienes algo con Evan? —se mira las uñas.

Demasiado directa, la miro con mi mejor mirada de que dijiste.

—No, solo es mi amigo.

Ella voltea a ver a Maddie con una sonrisa.

—Ves, te lo dije, el no estaría con una persona del rango bajo, duh.

—Se dan cuenta que estoy escuchando todo, ¿verdad? —se ríen.

—Si claro bichito raro, ahora ve y haz tus cosas, ¡fue un gusto!.

Okey, eso es raro.

—No podría decir lo mismo, y por cierto, mi nombre es Alanna —digo remarcando mi nombre, sueltan unas risitas y yo solo procedo a marcharme y buscar a mi mejor amiga.

La Chica Del Corazón De Oro © [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora