Capítulo 4: Bailando con la Soledad

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Taehyung escuchó todo lo que le dije y no decía nada en realidad... Estaba muy serio.

Tomó un pañuelo y secó mis lágrimas que creo jamás había visto él en todo el tiempo que pasamos juntos... Nunca me vio así en éste estado frágil.

-¿No me dirás llorón?- Sollocé mirando abajo algo tímido.

-Somos amigos, estoy aquí para verte llorar y apoyarte-Sonrió de forma graciosa, siempre me hace reír cuándo hace eso.

-Lamento no poder detenerme.

-Está bien, ya lo dije ahora... Me toca.

Me quedé helado jamás, había escuchado algo de él en su pasado a menudo cuando le preguntaba el cambiaba de tema o simplemente me respondía con otra pregunta.

Taehyung es todo un misterio.

Un misterio que hoy descubriré.

Sus ojos voltearon a verme de nuevo temblé cómo una gelatina de los nervios me sonrojé mirando a otro lado. Él es simplemente.. Hermoso.

-Cuándo nací... Mi mundo era el estudio y las destrezas- Comenzó a narrar lamiendo su labio inferior mirando a la nada cómo si el recordar le costara trabajo, mucho trabajo. Cómo si su memoria estuviera... En blanco -Yo nunca tuve la oportunidad de hablar con nadie, las nanas siempre me hacían compañía ya que mis padres son empresarios y se la pasan foráneos e otros países.

No iba a la escuela,tenía clases particulares.

Tampoco... Tenía contacto con nadie que no fueran los sirvientes de la casa.

Era un niño y creía que ése era el estilo de vida de todo el mundo. De todos los niños.

Escribía, realizaba problemas matemáticos, practicaba muchos deportes, incluso llegué a tomar infinidades de actividades pero., jamás me sentí feliz.

Me compraron mis dos perros, y no mentiré me sentía muy feliz por tener con quién interactuar pero ellos no me contaban sus vidas, no me enseñaban sus costumbres.

No hablaban.

Entonces, un día me asomé fuera de la mansión y vi una pelota que no era mía en el jardín extenso.

Un pequeño balón gastado, viejo y sin marca reconocida de deporte cómo los míos.

«Vaya juguete más feo»

Pensé en ésos instantes pero mis ojos captaron algo que me aterró por completo:

"¡¡Waaa!! ¡U-Una mano! ¡Hay una mano saliendo del portón" Chillé pero ningún mayordomo o sirvienta me escuchó. Raro, por que ellos corrían cada que yo exclamaba.

Pero ésa vez no.

"Debe de ser una broma" Después me dije y me fui acercando, era una mano regordeta sumamente fina a pesar de todo que traté de buscar por qué se movía así, queriendo agarrar algo. "¡Oye tonta mano! ¡Fuera de mi jardín!" Dije autoritario cruzándome de brazos pero entonces mi cuerpo entero se quedó estático.

"¿¡Eh!? ¡H-Hay alguien ahí!? ¡Sí, genial! ¿P-Podrías... Darme mi balón? Lo siento es que uno de mis amigos tiró muy mal jeje..."

Ésa voz cantarina y lo que decía me dejaron pensando: ¿Qué eran amigos? ¿Qué era jugar? ¿Qué era... Estar afuera?

Me quedé en silencio pero entonces ésa vocesilla de nuevo apareció.

"¿Estás ahí aún? ¿Te asusté!? ¡Lo siento! ¡S-Solo quiero mi balón por favor!"

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⏰ Last updated: Jan 13, 2019 ⏰

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