Cuando llegue a su trasero acaricie solo con las yemas de los dedos. —
Nada malo te pasara ya. Papi esta aquí... — susurré lentamente mientras veia esas marcas en su piel palida.
— Duel–e — gimoteo y suspire.
— ¿Quieres mimos, cariño? — la vi asentir y mi polla se endureció.
— Ven, levantate. — me levante de la cama y la vi pararse con cuidado, cuando la tuve en frente agache la mirada, le sacaba una cabeza de altura y eso me causaba tanta ternura.
— Quiero que te apoyes en esa pared. — me obedeció y la vi caminar lentamente hacia la pared en ropa interior donde daba vista a el patio. Suerte que tenia las cortinas cerradas. Se me endureció la polla en cuanto la vi apretar las piernas y de detuvo sin saber que hacer mirandome nerviosa. Me rei despacio y negué divertido, mientras camine hacia ella, la voltee dandome la espalda y alce sus brazos a altura de su cabeza. Tenia su culo a la altura de mi polla y suspire frotandome en ella. Pero me detuve en cuanto escuche un quejido de parte suya y maldije.
— Perdón cariño, se me olvido. — le acaricie con una mano la espalda y se curveo, me mordi el labio inferior y lentamente fui hacia el broche de su brasier, ocupaba hacerlo. Lo necesitaba tanto.
Lo desabroche y escuche un suspiro de parte de ella cuando finalmente se aflojó, sonrei al ver que no me detenia y le baje los brazos lentamente haciendo caer el brasier.
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Acaricie toda su espalda y disfrute tanto es momento, su piel se erizo y baje sus bragas sin preámbulos, la escuche jadear y me acerqué a su oido: — Vamos a disfrutar lo que nos queda, ¿quieres eso, rubia?
— Sí... — apreté su cintura y se apego por instinto a mi.
— ¿Si qué, cariño?
— S–i papi... — salto de emocion mi polla y me apegue más a ella. Me desabroche mi cinturon y me baje rápidamente los pantalones junto mi boxer. Mi polla dio un salgo endurecida y choco en sus nalgas.
— ¿Que es eso? — pregunto asustada y queriendose voltear. Se lo impedí y me separe un poco de ella.
— Es un juguetito, y que te va a encantar jugar con el. — le explique y vi como mi punta se empezaba a humedecer asi mismo.
— Vas a chupar de acuerdo, te gustará. — dije mientras dirigia un dedo hacia su boca acariciándolo y después meterlo por completo.
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