Andrómeda

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Sacrificado, arrastrado entre las olas del tiempo.

Encadenado a pasados que son historia

y futuros que nunca fueron.

Tú, mártir sometido por tu propio miedo;

tú, que darías la vida a favor de la felicidad de quienes no la dieron;

Tú, ser de luz pura, manchado de tanto pecado

que poco brillas después de gimotear durante tanto tiempo.

¿Precio a pagar? La vida por dejar de sufrir o hacerlo menos.

Nadie valorará la sangre que derramaste hasta el momento,

menos aún tu muerte a manos del monstruo del

que juraste protegerlos.

Tú, santo de poca virtud, sin el cielo ganado.

Encadenado a la tierra como gorrión lesionado,

haz algo de provecho. Usa las cadenas que

te han aferrado como arma para matar al temor mal aventurado.

Ata las preocupaciones,

estrangula los sentimientos, pon el mar en calma,

creado con el plañir de tus ojos ya secos.

No busques reconocimiento en los mirar ajeno,

pues las grandes historias son narradas desde

los cielos dejando constancia para que todo el mundo

pueda siempre verlo,

escondido en alguna parte del firmamento.

𝖯𝗈𝗋 𝖴𝗇 𝖯𝗎𝗇̃𝖺𝖽𝗈 𝖣𝖾 𝖵𝖾𝗋𝗌𝗈𝗌 𝖣𝖾𝗌𝗈𝗋𝖽𝖾𝗇𝖺𝖽𝗈𝗌.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora