𝖯𝗈𝗋 𝖴𝗇 𝖯𝗎𝗇̃𝖺𝖽𝗈 𝖣𝖾 𝖵𝖾𝗋𝗌𝗈𝗌 𝖣𝖾𝗌𝗈𝗋𝖽𝖾𝗇𝖺𝖽𝗈𝗌.

Vamos A Compartir Un Secreto

Hola Persona Al Otro Lado De Estas Palabras, perdona por no saber como te llamas, no poder mirarte a los ojos, darte dos besos, estrecharte la mano o simplemente, saludarte con una sonrisa. El destino ha preferido que nos conozcamos así, separados por palabras escritas en tinta sobre paginas en papel. Inusual, pero tiene su encanto ¿No crees?

Ya que no puedo saludarte como es debido, te iré contado a lo largo de estas páginas, desde dónde te estoy escribiendo. Lo veo un trato justo ya que te iré contando mis secretos entre estos párrafos perfectamente imperfectos, donde irás viendo pequeñas pinceladas de ese cuadro negro al que llamo corazón y vivirás recuerdos de película que fueron tan reales como la vida que los cuenta. Bien, dejando las palabras de lado vamos a empezar.

Me encuentro sentado, con las piernas cruzadas encima de lo que intuyo que será un pozo de agua, tapado por dos gruesas laminas de hormigón. A mi alrededor se levanta un dorando campo, erguido por el amarillo de las praderas y el sol "invernal" del medio día. Me acompaña El Escolta en Sueños, el cual se encuentra jadeando con su atenta mirada fija en la R-5, la cual, tapaba con su tráfico el piar de los juguetones pájaros que bailan despreocupados a nuestro alrededor, ¿Quién podría culparlos? Algún día sabrás cómo he llegado hasta aquí, pero hasta entonces, nos tocan otros asuntos.

A sí, se me ha olvidado comentarlo, esta historia esta narrada y vivida por un cobarde. Los cobardes no cuentan toda la verdad, el miedo es más fuerte y por ello los nombres que te encontrarás en estas páginas no son los nombres de pila de cada uno de los protagonistas, serán más acertados que eso, nombres que se los ganan y no les vienen impuestos al poco de nacer, nombres que cuenta verdades y secretos, nombres que siempre formaran parte de mi.

-¿Cobarde?- podrás pensar y no te falta razón.

Aquí no encontraras un héroe con capa, valiente y con tendencia a salvar el mundo más de una vez. Aquí conocerás a una persona, perfectamente imperfecta, que cometerá errores, dará pasos en falso, se acobardará, se arrepentirá de sus actos y sobre todo, recordara y se apenará de todo lo que pudo ser y nunca fue, de cada palabra no dicha, persona perdida y momento no vivido. Y aun así, seguirá adelante con todo ese peso siempre bajo los hombros, un Atlas de recuerdos que convertirá en ceniza de tanto vivirlos y que cuando esté listo, se nombrará príncipe, de cada uno de ellos. Mirará con orgullo sus errores, vivirá con la cabeza alta de cada uno de sus secretos, gritara al mundo verdades, aunque el mundo no quiera escucharla, y entonces y solo entonces conoceremos de verdad quién es El Príncipe de la Corona de Ceniza.