Problemática Misión.

La Aldea De La Montaña.

Hola a todos.

Lamento haberme desaparecido durante un largo tiempo, estuve prácticamente encerrada en la oficina durante las últimas dos semanas de Diciembre y recién ahora pude darme un respiro para volver a escribir.

Por eso quisiera agradecer a todas esas personitas que siguieron pendientes de la historia a pesar de eso: shikatema_nara, BySaira,FabiMer01,Karinits-san y Sha-Tea. Les agradezco enormemente sus comentarios y votaciones.

Por último quisiera advertirles que el capítulo se centrará casi en su totalidad en la misión de Temari,  así que por el momento no habrá Shikatema, pero no sé preocupen que eso cambiara muy pronto.

❇❇❇❇❇❇❇❇❇❇❇❇❇❇❇❇❇❇❇❇❇❇❇❇❇❇❇❇❇

Capítulo II. La Aldea De La Montaña.

Temari estaba conciente de que el país de la tierra se encontraba a mayor distancia de Konoha que de su aldea natal, sin embargo, gracias a que había estado realizando el trayecto sin mayor distracciones, y con un paso lo suficientemente rápido se dió cuenta que no le tomaría más de cinco días llegar a su destino.

El hecho era bastante sorprendente si se consideraban que había pasado bastante tiempo desde la ultiman vez que emprendió un viaje tan largo,y para ella fue bastante grato haberse dado cuenta que sin importar el tiempo que se había mantenido inactiva, su condición se había mantenido intacta.

Había estado corriendo prácticamente todos los cuatro días del viaje y solo se había detenido cuando su estomago lo ameritaba ó cuando el cielo oscurecia lo suficiente para evitarle continuar. Por muchos motivos que tuviese por terminar la misión lo más pronto posible no podía darse el lujo de ser descuidada con su persona, el no alimentarse y descansar correctamente al final solo traería estragos en la misión; esa era una de las primeras cosas que le había enseñado Baki y no tenía la menor intención de fallar en algo tan básico.

Sus recuerdos fueron interrumpidos cuando sus ojos contemplaron la frontera con el país de la Tierra; trepó rápidamente a un árbol mucho más alto para confirmar la distancia que le quedaba por recorrer.

Si su objetivo fuese la aldea de la roca tendría que realizar un día mas de viaje, sin embargo los bandidos a los que debía emboscar no eran tan tontos para reunirse en la aldea donde el Tsuchikage habitaba, Con una sonrisa de superioridad buscó con la mirada el objetivo marcado en el mapa que le fue entregado y no tardo en ubicarlo en el terreno del país extranjero.

Hace algunos años la aldea de las montañas no se consideraba perteneciente al país de la roca, y esto era debido a que se encontraba exactamente fuera del limite del país; pero con la conclusión de la guerra se llevaron a cabo varios acuerdos territoriales y el actual líder de la aldea de las montañas no dudó en darle a conocer su interés de que su pueblo formara parte del país de la Tierra, al final fue un trato que benefició a ambos bandos y el tratado se hizó sin ningún inpedimiento.

Temari entonces comenzó a entender el punto del problema, estaba segura que el Tsuchikage no hubiera reparado en medios para mantener vigilada a la aldea de la montaña si su incorporación hubiera sucedido en los tiempos anteriores a la guerra, pero estando en época de paz realizar ese tipo de actos eran consierados inecesarios ya que ninguna otra aldea se atrevería a enfrentarse por si sola a toda la unión shinobi. Ese tipo de pensamientos fue lo que le dió via libre a los bandidos dentro de la aldea de la montaña para actuar a su antojo, y de no haber sido por el informante anónimo que se contactó con los kages hubieran tenido la libertad de cometer mas fechorías.

Pero ella ya estaba aquí, por lo pronto no habría mas oportunidades para ellos.

Sonrió con superioridad mientras descendía del arbol para comenzar a buscar un lugar adecuado para dormir. Era un verdadera pena que solo pudiera contactarse con el informante a plena hora del día puesto que aun faltaba mucho tiempo para que oscureciera totalmente, y ella era capaz de llegar a la aldea de la montaña antes que eso; lastimosamente debía seguir las indicaciones dadas o de lo contrario la misión se arruinaría y lo último que quería era darle la razón a su marido sobre que ella no era la adecuada para realizar esta misión.