El entrenamiento en Fontana Roja siempre había estricto, finalmente era una academia para formar guerreros tanto físicos como intelectuales, quienes no compensaban musculo lo hacían con astucia o ingenio, era día de prueba con dragones y Riven se encontraba entrenando como el resto de su cuadrilla
- Bien, por hoy es todo! Retírense y prepárense para el entrenamiento de mañana, no quiero excusas! Entendieron?.- ordenaba Codatorta al grupo para enseguida dirigirse un poco en privado a Riven - Riven! Esta semana te quiero desintoxicado, toda la semana has llegado ebrio por las noches, si sigues con ese comportamiento se te sancionara.- advirtió Codatorta a Riven
- Si señor, como usted diga.- respondió Riven de mala gana
Riven tomo sus pertenencias y camino en dirección a las duchas al tiempo que recordaba lo que había pasado hace un par de semanas, no le había tomado ni un poco de importancia a "aquello" así que se le hizo extraño recordar ese evento en particular, entonces llevo una de sus manos a la mochila que llevaba consigo para abrir uno de sus compartimentos y sacar de este una pulsera, este objeto lo había encontrado tirado frente a Alfea una vez que Musa había descendido de su moto, rápidamente lo tomo del suelo y lo guardo en la bolsa de su chaqueta, no se lo había mostrado a Darcy y hasta ese momento no se había detenido a mirar aquella pulsera café de tela la cual tenía tres tipos de dijes en color oro opaco todos relacionados con la música y un símbolo de "infinito", además tenía un peculiar aroma a vainilla, guardo nuevamente la pulsera en su mochila y entro a las duchas. A pesar de que Riven tenía aquella pulsera y estaba casi seguro de que pertenecía a Musa simplemente decidió que no se la devolvería, habían pasado algunos días y Musa ya había dado por perdida su hermosa pulsera y lo que más le dolía a la chica era que esa pulsera significaba más que solo un simple accesorio, pues para empezar se la había dado su padre en las últimas vacaciones que estuvo en casa, ese regalo significaba mucho para Musa y ahora estaba perdido. Esa semana casi en la tarde; Riven llamo por teléfono a Darcy para salir a dar un paseo en moto pero la hechicera se negó rotundamente con el pretexto de que tenía unos asuntos que atender, así que Riven decidió dar aquel paseo solo, es como al llegar a Magix y pasar frente un restaurante muy concurrido por las hadas se percató de una chica muy familiar.
- Vaya... al parecer ese tonto logro conquistar a esa hada distraída.- se dijo a si mismo al tiempo que metía sus manos a los bolsillos de su chaqueta
En ese momento Riven sintió la pulsera que había guardado hace unas horas en su chaqueta, esto con la intención de mostrárselo a Darcy mas tarde, sin embargo, cuando lo miro en su mano recordó esa noche que Musa se había aferrado a él, recordó el cálido abrazo de aquella hada y también recordó que el perfume de Musa se había quedado impregnado en su ropa, en ese momento su cuerpo se tensó y sintió una pequeña descarga eléctrica recorrer su cuerpo, acaso se había emocionado por aquellos recuerdos?, en qué diablos pensaba? Seguramente estaba a punto de enfermarse o algo así, guardo aquella pulsera y siguió caminando, el necesitaba distraerse se repetía a sí mismo, sin embargo algo lo obligo a regresar a ese restaurante, sin darse cuenta el simplemente estaba corriendo hacia aquel lugar, pero... a qué?, no había nada en ese restaurante que fuera de su interés, que diablos hacia entonces!?. Cuando menos se había dado cuenta ya se encontraba dentro y ocupo un lugar en la barra lo suficientemente lejos de Musa como para que ella no se percatara de su presencia y lo suficiente para observar a la pareja, cayó en cuenta que estaba haciendo una tontería, pues no entendía porque estaba perdiendo su tiempo en ese lugar y observando a ese par de tontos coquetearse.
- Así que... solo atine a levantarme y decirle a Saladino que todo había sido una equivocación.- reían al punto de las lágrimas Jared y Musa pues estaban contando anécdotas escolares. En ese momento el móvil de Jared comenzó a sonar
- Dame unos momentos, tengo que contestar.- tomo Jared su teléfono al tiempo que se ponía de pie
- No te preocupes, atiende tu llamada.- sonrió Musa mientras daba un sorbo a su bebida
- Ya vuelvo.- el chico contesto y salió del establecimiento para atender aquella llamada
Es como Riven al ver que Jared salía del restaurante, se puso de pie y se dirigió enseguida hacia la mesa de Musa, sentándose frente a ella.
- Pero que te crees que estás haciendo!?.- pregunto Musa abriendo sus ojos en señal de sorpresa
- Así que sales con él, eh?.- pregunto Riven sin rodeos y recargándose en el asiento como si nada le afectara, con las misma actitud altanera y despreocupada
- Pero que mierd!?... largo de aquí!.- exigió Musa en un grito ahogado
- Pensé que te gustaban los chicos con más carácter.-
Musa lo miraba incrédula, no sabía porque Riven estaba sentado frente a ella y haciendo preguntas que no eran de su incumbencia.
- En serio Riven... que quieres?.- lo miro fijo y no dudo en sostener su mirada, de nuevo ahí estaba esa mirada retadora que le había mostrado el día del concierto
- Solo contesta y me voy.-
- No, no salgo con él, él es solo mi amigo... ahora vete.- contesto Musa seria y sin dejar de mirar al especialista
Sin decir nada más, Riven se puso de pie y camino a la salida, nuevamente esa descarga estaba recorriendo su cuerpo y además se había tranquilizado, que rayos estaba pasando con él?, decidió que mejor iría a descansar pues al día siguiente tendría entrenamiento y Codatorta ya les había advertido que los quería al 100% y si no cumplía el entrenamiento seguro que sería acreedor a un castigo. Nada más llego a Fontana Roja y subió directo a su habitación y una vez ahí dejo caer su cuerpo boca arriba en la cama y miro el techo, se sentía extraño, sentía que debía resolver algo pero no sabía que, tenía una vocecita en su cabeza que le decía que debía ser más amable, que debía escucharse a sí mismo pero siempre prefería silenciarla o simplemente ignorarla, saco la pulsera de su chaqueta y la sostuvo a la altura de su cabeza aun estando acostado, la miro, observo cada detalle de la pulsera.
- Que me pasa?... este no soy yo...- se sentó al borde de la cama y llevo una de sus manos al rostro - porque me iba a importar lo que ella haga?, es decir... no hay nada que me interese de ella.-
Riven se puso de pie aun sosteniendo aquel objeto que ahora se había convertido una tortura para el especialista, se estaba obsesionando con aquella pulsera y peor aún... estaba teniendo pensamientos extraños con la dueña de ese objeto, Riven camino hacia el balcón que adornaba fuera de su habitación y continuo pensando en todo lo que le estaba pasando, en serio Musa había logrado atraer su atención solo con aquel abrazo?... que más que afectuoso se había llevado a cabo para que ella no cayera del vehículo en el que Riven y Darcy habían planeado maliciosamente que abordara esa noche, eso y además al desvestirse se dio cuenta que su chaqueta olía al perfume de Musa, esa misma fragancia que contenía aquella pulsera y que a pesar de que llevaba semanas sin estar con su dueña dicha pulsera seguía conservando su perfume. Al día siguiente Riven se presentó al entrenamiento, no había dormido nada bien, esa "tonta hada" no lo había dejado dormir y lo peor es que Riven no podía reclamarle nada, así que solo guardo silencio y no dijo nada a nadie mucho menos a Darcy, seguro que si le decía algo lo hechizaría o tal vez hasta lo desaparecería, no sabía hasta donde era capaz de llegar a aquella hechicera, el solo estaba con Darcy porque para él era divertido, Darcy era bonita, inteligente, una hechicera muy talentosa, de vez en cuando tenían citas que llegaban hasta en encuentros sexuales pero no estaba enamorado de ella, y sentía que Darcy tampoco lo estaba de el, simplemente se hacían compañía y nada más. Riven se preguntó cómo era posible que hasta ese momento le había dado tanta importancia a aquel objeto tan simple, todo inicio la tarde de ayer que había visto a Musa y Jared en aquel restaurante, era como si le hubiera caído un balde de agua fría, le preocupaba que Musa lo hubiera superado así de simple, pero porque demonios le importaba?.
ESTÁS LEYENDO
Lo que nunca me atrevi a decirte
RomanceHistoria de Musa y Riven, del mundo club winx Supongo que mi corazón se equivocó, supongo que me precipite al mirarle, no voy a negar que caí rendida en cuanto lo mire, en cuanto cruce mi mirada con la suya, pero, para mi mala suerte el no sintió lo...