Cazadragones (En pause ^^U)

Escapada de la ciudad en ruinas

Entramos a la base imperial, nada mas entrar nos encontrabamos en una inmensa sala con las paredes de piedra, en esa sala habia mesas, estanterias y demas cosas comunes pero, en una pared descansaban colgadas muchas armas, espadas cortas, largas, mandobles, lanzas, arcos y hasta una katana; en otra pared habia armaduras, sencillas, simples armaduras de cuero y una tunica de mago; al final de la sala habia unas escaleras que descendian hacia una sala con celdas, en ellas se escuchaban cuatro voces distintas, supusimos que eran imperiales, al fin y al cabo era su base. Zidán nos hizo una seña para que no hiciesemos ruido y lo siguiesemos, pero yo sigo pensando y siempre pensare que habria dado lo mismo hablar o no, fuera de la base aun se oian los rugidos del dragón y los gritos de la gente que quedaba y no solo eso, las cuatro personas que estaban en la sala de abajo hablaban tan alto que no nos habrian escuchado. Nos acercamos donde las armaduras, habia muchas todas de cuero simple, cada uno se cogio una y nos cambiamos aunque los chicos tuvimos que darnos la vuelta cuando Rose y Roxanne se cambiaron, je, juraria que Zidán y Asthar vieron mas de una vez para atras, yo no, ni pensaba hacerlo ni queria llevarme algun golpe si me pillaban; cuando todos nos pusimos las armaduras fuimos a por armas, me hacia gracia que Asthar no pudiese andar bien por la armadura cuando ni yo ni Zidán ni tan siquiera las chicas teniamos problema. Cuando elegimos las armas yo escogi sin pensarlo la katana, me gustan las espadas pero las katanas me apasionan y no se suelen ver muchas, Zidán tomó un mandoble... tipico de el, fuerza bruta pero a la vez tiene un buen cerebro, Roxanne se armó con una simple y puñetera daga... porque se cogía la hija del mejor gerrero con espada y jefe de la revelion una simple daga? iba a preguntarselo cuando, de entre las armas topó un bastón largo de madera con una gema roja encima -Esto es perfecto...- dijo sin dejar de mirar el bastón que por lo que me supuse sería de mago y acompañaria a la túnica que nadie usó de armadura; Rose escogió una espada corta, y dió varios espadazos al aire para probarla, era rapida y precisa y parecia manejarla bien, bastante bien por ultimo e increiblemente Asthar se equipó con dos espadas y no parecia manejarlas mal. Nos ibamos a disponer para bajar las escaleras e iniciar una batalla cuando Asthar nos dijo que esperasemos, fue torpemente donde las armaduras y se cambió tomando la tunica de un color azul oscuro en vez de la armadura de cuero castaño, parecia moverse con muchisima mas libertad; ya todos listos Zidán nos hizo señas para que bajasemos despacio y en silencio y así lo hicimos... hasta media escalera... Asthar se levantó de golpe y salió a correr escaleras abajo espadas en mano... cuando llegamos donde el estaba estaban cuatro cuerpos a su alrededor y el tenía una psicotica sonrisa en la cara.

-Demasiado sencillo... quiero mas sangre...- Esclamó guardandose las espadas, todos estabamos alucinados, el asustadizo Asthar habia hecho eso?... ahora comprendiamos porque estaba en la carreta... estaba loco, pero mientras estuviese de nuestro lado todo perfecto.

En la pared de la sala de celdas había un gran boquete que daba paso a una cueva, Zidán encaró el grupo y nos hizo bajar por el agujero hasta llegar a una gran sala en la que habia mas soldados, escondidos entre las piedras cercanas a una pared pudimos ver que se trataba de tres imperiales, yo mantuve retenido a Asthar y cuando Zidán iba a decir algo Rose salió disparada, tenía la vista fija y decidida y ya no tenia los ojos apagados, se acerco a uno que estaba de espaldas revanandole la cabeza de un solo tajo realizado en el aire tras un salto, callendo sobre el cuerpo decapitado del imperial y mirando a los otros dos que se habian quedado paralizados por la repentina y devastadora aparicion de la chica

-Gran dia para matar cerdos imperiales... -Eso se le pudo escuchar a Rose antes de que uno de los imperiales desenvainase e intentase asestarle un buen tajazo, pero no tardo en quedarse sin brazo al esquivar el golpe Rose y lanzar ella otro, tras esto, le clavó la espada en el corazón y se giró al otro que habia comenzado a huir -Los cobardes nunca aprenden... me dan asco- Dicho esto lanzó la espada que atraveso el cuerpo del imperial por la zona del corazón con una gran punteria; despues se giro a nosotros -Sigamos- Dicho esto se encaminó por otro camino de la cueva y los demas la seguimos aun sorprendidos. Llegamos a otra sala y esta vez habia no tres ni cuatro si no diez imperiales, nos fuimos a esconder pero Roxanne se quedó de pie y se acercó a ellos, uno la vio y exclamó "Prisionera! a ella!" y todos se dirijieron contra la chica espada en mano, pero, sin inmutarse Roxanne empuño su bastón y señalo al suelo -Mirad el poderio de la magia bastardos, llamarada!- De la gema del bastón salió una intensa llamarada que abrasó a todos los imperiales -Acaso esta cueva no acaba?... sigamos- Y dicho esto volvimos a andar por otro de los repetitivos caminos de la cueva hasta llegar a otra gran abertura y Zidán señaló a un gran boquete-La salida!- Exclamó con fuerza, parecia que estabamos salvados pero... al acercarnos corriendo nos salió una gran emboscada de 20 imperiales, mire a Zidan y dije-Te estan tocando tanto la moral como a mi?- El asintió y empuño el mandoble, yo la katana y los demas sus armas, yo encare a un grupo de cinco y Zidán a otro dejando a los otros diez para los demas, salí disparado hacia los cinco que me habia pedido y uno de ellos se lanzó a mi espada en mano, yo me agaché esquivando su corte y le atravesé el vientre, despues de eso me puse en pie rapido y gire sobre mi mismo para revanarle la cabeza a dos que tenia a mis lados, uno de los dos que quedaban vino a por mi con saña pero no logró nada, le di un puñetazo en el ojo para aturdirlo y despues una patada donde a todo hombre le duele, cuando calló de rodillas le revane el pescuezo, mientras lo hacia el que quedaba vino a por mi por la espalda y yo le di un puñetazo sin mirarle, desorientandolo y me puse tras el-Zidán! tuyo!- Dicho esto patee con tal fuerza a ese malnacido que se lo mande contra Zidan volando al mismo tiempo que el remataba al ultimo de los imperiales contra los que iba, empuño el mandoble como si de un bate se tratase y lanzó un gran tajo al rival que lo partió por la mitad, nosotros acabaramos nuestras luchas y los demas tambien, todos los imperiales habian caido solo por nosotros y Zidán nos sonrió -Sois fuertes... grandes compañeros... vamos, salgamos de aqui- Dicho esto nos pusimos en camino al gran boquete que nos daba paso al exterior.