2.

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¿Ya mencioné que sus brazos son el cielo? No me había dado cuenta de cuánto lo extrañaba, cuanto lo necesitaba. El aroma que emana su cuerpo cálido tan cerca del mío, maldita sea.

Lo rodeé con mis brazos de la misma forma y, en lo que fueron segundos, sentí que pasaron años. Podía oír los latidos de su corazón, tan tranquilizadores por encima de toda la música del lugar y la gente hablando.

De repente me soltó.

— Cálmate, Karol. Dime qué es lo que ocurrió.

— ¿Recuerdas Francia? ¿Que yo tenía amifans? — Él rodó los ojos.

— Si, que te dije que no lo hagas, fans son fans, amigos amigos.

Sonreí recordando la cantidad de veces que me había repetido eso.

— Pues ahora se les ha ocurrido contar chismes del elenco, todo lo que yo les he dicho en algún momento.

— Pero sin nombres, ¿Cierto?

— Si, pero las fans no son tontas, Rugge. — El sonrió. — ¿Por qué sonríes?

— Me dijiste Rugge.

Karol Sevilla, eres una tonta.

— Ah, si. Bueno, el punto es que, creí que sabías lo que había ocurrido y quería disculparme. — Dije incómoda.

— Nunca tendrás que disculparte conmigo, por nada.

— Muchas fans dijeron que estaban decepcionadas de tí, que no te veían de la misma forma. Lamento eso.

— Lo hice, Karol. — Acarició mi rostro. — Y si no me aman, incluso con mis equivocaciones, que no lo hagan.

Equivocaciones. Eso fuí. Una equivocación.

Asentí dándole la razón.

— Genial, entonces, ya acabé lo que vine a hacer. Adiós.

Lo saludé con un movimiento de mano y me volteé dispuesta a irme.

— Karol. — Dijo tomando mi mano.

Lo miré intentando no llorar. Una equivocación.

— No fue lo que quise decir.

— Está bien. Si lo fue.

Solté su mano y volví a adentrarme en el bar, buscando a Montse.

Claro que la hallé, besando a algún desconocido que había encontrado por ahí. Toqué su hombro para llamar su atención y ella se separó de él al verme llorar.

— Karol, ¿Qué pasó?

— Quiero irme. — Dije sollozando.

Ella me abrazó y juntas nos dirigimos a la salida. Pero claro que eso no podía ser todo, porque entonces la vida sería demasiado buena.

— ¿Karol? — Chilló una voz conocida.

— Cande... Hola. — Saludé con una sonrisa fingida.

— Ay, ¿Por qué lloras linda?¿Estás bien?

Por dios, no hagas esto más difícil.

— Si, fue solo... — Piensa rápido piensa rápido. — Una chica en el baño me dijo algo feo y me hizo sentir mal.

Ella sonrió y me abrazó. ¿Por qué todo el mundo tenía que abrazarme hoy? Sus brazos no eran como los de él, no me sentía en el cielo, me sentía en el infierno que es a donde iré por hacerle esto.

— No dejes nunca que nadie te haga sentir menos de lo que eres, Karol.

Soy una basura.

— Gracias. — Dije sonriendo.

Enero 11 [Ruggarol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora