— ¿Y cómo es eso del chico lindo que conociste? — Preguntó Ruggero mientras desayunábamos en nuestra habitación de hotel.
— Ah, pues eso, un chico lindo que conocí. — Respondí divertida.
— ¿Y hablaron?
Estaba haciendo mucha fuerza para no reírme; Rugge tenía la mandíbula apretada pero hablaba como si el tema de conversación fuera el clima.
— Si, una o dos veces. — Le mentí.
— Ah, genial.
— Si, fíjate que es súper agradable y hemos quedado para salir... bueno, cuando vuelva a Buenos Aires.
Ruggero me miró y sentí cuchillos salir de sus ojos y clavarse en cada parte de mi cuerpo; lancé una carcajada y me acerqué para sentarme en su regazo.
— Es broma. — Aclaré besando sus labios. — No soy tú.
— Eso fue un golpe bajo. — Dijo riendo. — Ahora seguiré con mi cuestionario, ¿Debo sentirme culpable por tus historias diciendo que el amor no existe?
— ¡Por supuesto! Tú rompiste mi corazón, todos mis traumas románticos son tu culpa.
— No por nada nos dicen los traumados. — Bromeó.
— ¿Has estado leyendo al fandom?
— No mucho, me gusta apreciar el paisaje, y no el celular.
— Bien, uno: este paisaje lo tienes gracias a tus fans, asique deja de ser una mierda con ellas; y dos, ¡No se rinden con nosotros!
— Lo intentan incluso más que nosotros. — Dijo riendo.
— Ah, si, ignora la lección de vida que acabo de darte. — Que se note el sarcasmo.
— ¿Vas a darme un sermón acerca de cómo ser con mis fans?
— Alguien tiene que hacerlo, ¿o no?
— ¡Tu ni siquiera disimulas tu resentimiento con Lutteo en tus vivos! — Atacó.
— ¡Al menos no me la paso de vacaciones! ¿Qué te hace pensar que se acordarán de ti cuando, en dos meses o más se te ocurra subirte a un escenario?
— Son fieles, estarán ahí.
— Creo que tienes cierto complejo con que, porque una persona soporta cualquier cosa por ti, todos lo harán. — Dije suavemente.
— ¿A qué te refieres?
Bien, esta sería una conversación difícil, pero alguien tiene que decirlo, y espero que me oiga. Por su bien.
— Puede que te hayas acostumbrado a Cande... — Él asintió. — Y todos sabemos que tú estás muy cómodo con ella, que te consiente y protege tanto como puede. Prácticamente es como tu madre, pero a la cual te follas. — Reímos. Su mirada atenta me hacía sentir bien por lo que estaba diciendo. — Y tal vez te has acostumbrado a eso, a ese estilo de vida; digo, ella durante años soportó que le seas infiel, y jamás te ha dejado; así como posiblemente tu madre ha soportado cualquier cosa durante tu adolescencia. Y no todas las personas son así.
— ¿Estás hablando de ti? Yo sé que no eres así. — Reí suavemente.
— Hablo de tus fans, Ruggero. Lo dije al principio.
— Me perdí a la mitad, ¿te he dicho lo linda que eres cuando te pones seria?
Sus palabras me aseguraban que no estaba para nada equivocada en lo que había dicho, y posiblemente así compraba a Cande cuando le era infiel conmigo. No estoy segura de que él lo note, porque quiero creer que si lo hace, entonces intentará cambiarlo. Siempre puse todo de mí para comprenderlo, sé que no es fácil salir de una zona de confort, pero no puedo culparlo.
ESTÁS LEYENDO
Enero 11 [Ruggarol]
Fanfiction¿Qué pasa con Ruggero y Karol después del momento de sinceridad de las francesas? [voy a sacar de contexto cosas de la realidad y agregar cosas de mi imaginación porque, bueno, es una fanfic]