CANCELADA The Sweetest [II] (Connor Franta)

Capítulo 2.

Sonó el despertador de Connor (yo no me molestaba en ponerme uno, porque lo apagaba y me dormía otra vez) y él hizo un ruido extraño como queja antes de apagarlo.

Abrí los ojos porque la luz me molestaba -teníamos que comprar cortinas- y giré la cabeza hacia Connor.

Lo seguí con la mirada mientras cruzaba la habitación hacia el baño, su torso desnudo y nuestra ropa esparcida por el suelo me recordó como había terminado la noche anterior.

Sonreí, esas pequeñas cosas me hacían feliz.

Vi a Nyla comiéndose los restos de sushi de la encimera de la cocina.

- Ags, Nyla deja eso - dije con mi masculina voz mañanera, y ella me ignoro por completo.

Me levanté y me puse la camiseta de Connor que estaba en el suelo para ir a la cocina a apartar al gato de la comida y hacer café.

Cuando cogí a la gatita en brazos recordé el día que nos la encontramos, casi seis meses atrás.

Había quedado con Connor, y por primera vez, yo llegué antes. Bueno, llegué tarde, pero él aún no estaba cuando aparecí así que...

Él me había dicho textualmente: a las cinco en la gasolinera. Y aquí apareció el problema: ¿Qué gasolinera? Bueno, el problema fue mío porque en nuestra pequeña ciudad solo había UNA gasolinera, y estaba justo al lado de un parque bastante bonito, dónde Connor quería llevarme.

Pero yo me dirigí a un antiguo almacén abandonado, por delante del cuál había pasado varias veces sin prestarle mucha atención y lo había asociado como gasolinera.

En fin, cuando llegué ahí a las cinco y media - sí, vale, soy una tardona - no había nadie más que un hombre meando en una esquina.

«Qué romántico, Connor» pensé. Esperé unos minutos y empecé a preocuparme porque él no aparecía, hasta que mí móvil empezó a sonar.

- ¡_____! ¿Dónde estás?

- En la gasolinera. ¿Y tú?

- Qué graciosa, no en serio.

- ¡Te lo digo en serio!

- Yo estoy en la gasolinera y aquí no hay nadie - dijo. Me quedé en silencio y él también.

- Vale, no sé dónde estoy.

- Ahora voy a buscarte, ¿qué tienes delante?

- Ehm... un edificio blanco, a mi derecha una carretera con árboles...

- Con eso no ayudas.

- ¡Ah! Veo el Hotel ese azul.

- ¿El SeaWorld?

- Ese.

- Mierda, _____, ¿Qué haces ahí? Ahora mismo vengo, no hables con nadie. Dos minutos, estoy aquí al lado.

- ¿Qué? - reí - Connor...

Colgó. Sus advertencias me habían preocupado. ¿En tan mal barrio estaba?

El tipo que estaba meando empezó a hablar solo y a dar vueltas a mi alrededor. Yo disimule mirando el móvil y contando los dos minutos que Connor me había prometido, pero pasaron más de cinco y él no aparecía. De repente, el tipo se paró y me miró.

- Niña - dijo con voz áspera.

Giré la cara y empecé a andar hacia el hotel pero él me siguió.