《1》Editado

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-_______, ¿me querés prestar atención unos segundos?- me dijo mi mejor amiga, Tiara.

-Si- suspiré mirándola.

-No sé que te gusta tanto del chico virgen- habló pintando sus labios mirandose con su celular.

-No me gusta, solo quiero coger con el- bufó dejando su celular en el pasto, estábamos en la plaza tomando mates.

-Es lo mismo, igual, no creo que te niegue un garche ¿por qué no le preguntás?- lo miré mientras el estaba concentrado en su libro.

-¿Vos decís?- le pregunté dejando de mirarlo y acostándome en el pasto.

-Obviamente sí, sos terrible bombón amiga, aparte no creo que nadie más que vos quiera coger con el con la pinta que tiene, no sé si te gusta más esos anteojos de ñoño o su voz cuando está nervioso- me reí.

-Ya te dije que solo quiero coger- le dije prendiendo un cigarro.

-Como sea, andá ahora- me animó Tiara.

-No, ¿estás loca?, no- hablé sentándome.

-Como quierás- cebó un mate y me lo pasó- pero yo que vos me apresuro, al parecer no sos a la única que le "atrae"- habló haciendo comillas con los dedos al mencionar la última palabra.

Miré para donde estaba el y ahora había una chica de la facultad de nosotras, Maira, la nerd.

-Que asco- hablé.

-Dejalos, son tal para cual- levanté una ceja al mirarlos reír mientras el cerraba el libro.

Londra, el chico virgen iba a la facultad de filosofía y letras, junto con nosotras.

Era el más tímido y siempre respondía a las preguntas que hacían los profesores.

Aunque yo también ame leér creo que es una exageración leér un libro de setecientas páginas de Stephen King en solamente tres días, pero sin embargo Londra lo hacía.

Varios profesores le regalaban libros, usados obviamente, son más ratas, pero al fin y al cabo lo hacían.
El se destacaba por tener el mejor promedio y la mejor asistencia.

-¿Hoy salimos?- me preguntó Tiari y negué.

-No tengo ganas, si querés nos juntamos en mi casa-

-¡Pero son vacaciones!- gritó llamando la atención de algunas personas.

-Igualmente, no tengo ganas. Salí vos si querés- ella rodó los ojos y volví mi vista a Londra y Maira, pero ella ya se había ido y el seguía con su lectura.

-Nos deberíamos ir, está comenzando a llover- estiré mi mano con la palma para el cielo y efectivamente sí, estaba comenzando a llover- yo me voy en taxi- dijo Tiara.

-Yo me voy caminando, quiero comprar helado para mi noche de netflix- le dije y se rió.

-Quizás vaya a hacerte companía- besó mi mejilla y se fué.

Me levanté del pasto y comenzé a caminar, en este momento me arrepentía de no haber traído campera, estúpido verano, primero hace calor y después llueve.

Caminé hasta la heladería y compré un kilo de helado.

Cuando salí estaba lloviendo super fuerte.

Caminé rápido parando en cada techito de los locales que había.

Una vez más me paré abajo del techo de la parada de colectivos.

Luego sentí una cálida tela.

-¿Estas bien?- me preguntó Londra y me dí cuenta que el me había puesto su campera.

-Si, gracias- le dije extrañada por lo que se acercó a hablarme, el miró el piso sonrió.

-¿Necesitás que te lleve?- me preguntó y negué.

-No, muchas gracias- asintió y mordió su labio.

Era muy lindo verlo así, se quedó unos segundos mirando para un costado y soltó una carcajada.

-Voy a insistir una vez más en llevarte... Flores- hizo una mueca y volvió a sonreír.

-Gracias- le dije asintiendo, tal vez esta era mi hora de hacer mi jugada.

-Bien, em... vamos que te llevo a tu casa- apuntó su auto y asentí, esta era mi oportunidad.

Seguramente Tiara estaría orgullosa de mí. Me sonreí por pensar eso.

Me abrió la puerta y la cerró cuando subí, luego rodeó el auto y subió para arrancar, le dije la dirección de mi casa y me llevó.

Antes de bajar del auto le dí las gracias y me acerqué para dejar un beso cerca de sus labios el aclaró su garganta y abrió un poco la ventanilla, me bajé del auto y caminé unos pasos hasta que me llamó.

-Flores- que lindo sonaba mi apellido su boca.

-¿Si?- le dije sonriéndo.

-Tu...- de nuevo aclaró la garganta- te olvidas tu helado- me pasó la bolsa con el bote y me acerqué para buscarlo.

-Gracias- le dije- ¿no querés pasar?-

El negó sonriéndo.

-Tengo cosas que hacer- me dijo mirando su reloj.

-Bien, nos vemos pronto- hablé caminando a mi casa.

Me saqué su campera y me entré a bañar, seguramente me iba a enfermar.

Al final decidí guardar el helado y salir con Tiara.

Pero creo que me tendría que haber quedado, Tiara estaba con un chico de nuestra facultad, Seven y yo con un tarado que se acercó, ni el nombre le sé.

-No sé como las mujeres pueden pedir aborto legal si a ellas les encanta coger y después no se hacen cargo de su problema- lo miré y me reí.

-Si, obviamente nos encanta coger, como a vos y a cualquier persona, por eso nos cuidamos con métodos anticonceptivos- le dije tomando de mi trago- pero si eso falla, la o el que no quiera tener un hijo vá a abortar, no sé que te molesta-

-¿Que?- lo miré y me levanté dejándolo solo.

No puede ser que sea pleno sigo XXI y tenga que estar escuchando a retrógrados como ese tipo.

-Vení _______, te presento a mi nuevo amigo- me dijo un ebrio Seven.

-No tengo ganas de...

-Paulo Londra- dijo dejándolo a mi lado y el acomodó sus anteojos- los dejo solos bonitos- le pegó una piña en el hombro a Londra y este lo miró incómodo refregándose reiteradas veces la zona.

-No sabía que te llamabas Paulo- le dije sentándome en un sillón- ni que eras amigo de Seven- aclaró su garganta y habló sentándose a mi lado.

-No es mi amigo, solo compartimos trabajos- asentí - y clases...-

-¿Querés?- le extendí mi vaso y negó.

-No, gracias- sonreí divertida y el miró para otro lado- tengo - me mostró su trago.

-Esto está muy aburrido- suspiré y dejé mi vaso en el piso.

-Pienso lo mismo ______- mordió su labio.

-No sabía que sabías mi nombre- el miró para otro lado y volvió su vista a mí.

-Todos te dicen así, supuse que era tu nombre- apretó sus labios.

Lo miré y me sonrió.

Le tomé su mano y rodeé mis hombros con el haciendo que me abraze y me acosté en su pecho.

-¿Que libro leías hoy?- le pregunté después de un tiempo.

-El resplandor- habló y lo miré para que su rostro quede cerca mío.

-¿Stephen King otra vez?- mordió su labio mirando los míos...

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Polos opuestos《PAULO LONDRA Y TU》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora