👖💰Arthur💰👖
— Dos visitas en el mismo mes, felicidades, Arthur, acabas de romper tu récord —comenta en tono burlón James cuando me bajo del auto.
— No estoy de humor para tus bromas, James. —él se ríe. — ¿Dónde está mi papá? —pregunto.
— En su despacho —me informa.
Camino con paso apresurado para llegar lo más rápido posible junto a mi padre.
Cuando llego a la enorme puerta de caoba, toco dos veces y él me indica que pase.
— ¿Arthur, qué haces aquí?
<<¿En serio me lo preguntas?>>.
— Papá, podrías escoger a otra persona para que sea mi tutor. —Le pido.
— No, yo quiero que Megan Craig sea tu tutora.
— Entonces, ¿le podrías dar trabajo a una de mis amigas en tu bufete? —suelto rápidamente.
— No pienso tener a ninguna de tus estúpidas amigas estorbando en mi edificio. —Suelta con acritud, sin despegar la vista de los documentos en sus manos.
— Ella es todo menos estúpida —susurro y él posa esos ojos, tan parecidos a los míos, en mí.
— Arthur, si te están amenazando, otra vez, con subir un vídeo porno sobre ti, te aviso que yo no..... —Lo interrumpo.
— No es eso. —Se queda pensando unos segundos.
— No te voy ayudar a ganar puntos con esa chica para que te la puedas llevar a la cama....
— Tampoco es eso. —Él frunce el ceño.
— ¿Cuál es el trasfondo?. —Cuestiona, entrelazando sus manos.
— No hay ningún trasfondo, papá. Solo quiero ayudar a una amiga a conseguir un buen trabajo, porque en verdad lo necesita. —Explico. En mantiene una expresión inescrutable.
— ¿Tú la quieres ayudar sin interés alguno? —pregunta. Yo asiento. — No me hagas reír, hijo. Soy tu padre, te conozco como la palma de mi mano y tú solo piensas en tu propio beneficio.
<<Soy demasiado predecible>>. —Suelto todo el aire que estaba conteniendo
— Te diré lo que pasa —camino hasta su escritorio y me siento en una silla.
—Soy todo oídos. —Dice él.
— Antes de salir de la universidad busque a "La devoradora de libros" —al ver la cara de confusión de mi padre especifique. —Así le dicen a Megan Craig en la universidad.
— Hijo, quería hablarte....... ¿Arthur? —dice extrañada mi abuela, al entrar al despacho sin tocar y verme sentado frente a mi padre.
— Hola, Abu —la saludo.
— Esto sí que es una sorpresa —se acerca a donde estoy y me abraza. —¿Te quedas a cenar?. —pregunta, esperanzada.
— Sí —respondo y ella me da un beso en la mejilla.
— ¿Me ayudarías a preparar la comida? —niego con la cabeza. —¿Por qué? —pregunta, haciendo un puchero.
— Abu, sabes que dejé de cocinar hace mucho.
— Arthur, sigue contándome. —Reclama mi atención mi padre.
— Bueno, trate de convercerla....
— Trataste de seducirla —me corrige él. Y mi abuela se sienta a mi lado para enterarse de lo que estamos hablando.
— Sí —confieso. —Pero ella me trato con la punta de su zapato —una rabia se apodero de mí, al recordar el dialogo que mantuvimos esta tarde.
— Cariño, tu cara es épica —se mofó mi abuela.
Les conté todo lo que esa y yo hablamos y ambos se partieron en carcajadas.
— Es una chica muy inteligente —comenta mi padre cuando termina de reír.
— Y debe ser muy bella —añade mi abuela y yo me privo de la risa.
— Es todo lo contrario, Abu. Es una chica que descuida completamente su aspecto: no usa maquillaje, siempre carga el cabello recogido en un horrible moño y su ropa es como 4 tallas más grande —hago una mueca de asco.
— Que desperdicio de mi sangre —dice ella un poco enojada. — Solo ves la belleza física, en vez de la belleza espiritual ¿Acaso no sabes que lo físico se acaba con los años?.
— Esa regla no aplica contigo, Abu, tú sigues igual de bella que en tu juventud —la halago para que me ayude a convencer a mi papá de que contrate a la becada.
— No voy a caer tan fácilmente —dice conociendo mis intenciones.
— Por favor, abuela. —Le ruego y ella suspira profundamente.
— Hijo, ayudalo. —Le pide ella.
— Mamá.... —mi abuela interrumpió a mi papá.
— Él se comprometió contigo de que iba a poner el 100% en sus estudios. —Mi padre miró a mi abuela y luego a mí.
— Aceptaré con una condición —me advierte.
<<¿Por qué todo el mundo me pone condiciones?>>.
— No quiero que ella tenga quejas sobre ti. Acatarás cada una de sus ordenes sin quejarte —mi boca forma una perfecta "O".
— Papá.....
— ¿Lo tomas o lo dejas? —corta mi argumento.
— Esta bien, papá.
— Le dices que trabajara 3 días a la semana por 3 meses —asiento con la cabeza.
—Y yo te exijo que la traigas a la casa un día. —Miro a mi abuela son entender a Qué se debe semejante petición. —Yo quiero conocer a la única chica que te a dado calabazas —se burla.
<<Esto es lo que me faltaba>>.
— Estoy esperando una respuesta —dice ella.
—Sí, abuela. —Ella sonríe.
<<Esa estúpida becada me pagará com creces todo lo que estoy haciendo>>.
ESTÁS LEYENDO
Mi dulce plaga
Novela Juvenil¿Qué harías para no perder el apoyo de tu padre, el BMW que tanto presumes de poseer, la independencia de vivir sólo, las tarjetas de créditos y la extravagante vida que estás acostumbrado a llevar? Cualquier cosa ¿cierto?. -¿Qué estarías dispuesto...