GATE Jieitai Kanochi Nite Kaku Tatakaeri: El Imperio del Sol Naciente.

Capítulo 2: Respuestas

A la mañana siguiente.

- ¡Itami...! ¿El capitán Itami fue hecho prisionero? – comentó absorto el general Hazama. La preocupación, así como la incredulidad, eran evidentes. La pequeña taza de café que tenía a un costado se había enfriado.

- Me temo que así fue, general Hazama – respondió Yanagida, quien llevaba el informe sobre lo sucedido en la ciudad imperial – Y no sólo eso, sino que también varios de nuestros hombres fueron muertos en combate, así como toda una guarnición de soldados del imperio.

El primer teniente Yanagida les mostró a todos los presentes los resultados de la investigación, la cual estaba compuesta de informes, testimonios y fotografías. Estas últimas horrorizaron a todos los oficiales que se hallaban dentro de la oficina. Eran imágenes muy crudas. Los cuerpos estaban hechos pedazos, además de presentar varias heridas de bala. Algunos estaban consumidos por el fuego, haciendo imposible su posterior identificación.

La situación dejó boquiabierto a más de uno. Las tomas aéreas mostraban el daño que había ocasionado la batalla entre ambas fuerzas, siendo los ciudadanos del imperio los más afectados. Casas, bares y todo tipo de edificaciones se encontraban en ruinas. Miles de sobrevivientes, así como de heridos, eran llevados a improvisados hospitales y refugios. Más de un centenar de soldados aún buscaban supervivientes debajo de los escombros.

La fotografía de una niña pequeña llorando la muerte de sus padres fue la gota que derramó el vaso.

- ¡Maldita sea! – exclamó furioso el comandante Higaki, quien arrojó al suelo el informe, haciendo volar las hojas del reporte – E- ¡Esto es imposible! ¡Debe ser una broma de mal gusto!

- Comandante Higaki, por favor, mantenga la calma – dijo un joven oficial de la fuerza aérea al verlo tan alterado.

- ¡¿Cómo diablos pretendes que me calme?! – contestó iracundo - ¡¿Acaso no estás viendo lo grave de la situación?! ¡Soldados de quién sabe dónde, vinieron hasta aquí y acribillaron a todo un pelotón de las Fuerzas de Autodefensa, además de causar daños que ascienden a más de un millón de dólares!

Todos bajaron la mirada. La verdad de sus palabras dejó pensando a más de uno.

- Aún no entiendo cómo es que lograron entrar a la Región Especial sin nuestro conocimiento. La única entrada conocida es la que se encuentra en Ginza. ¿No es así, general Hazama?

- Si, así es – contestó con una mirada que puso nerviosos a todos los oficiales.

- ¿Y qué dicen los resultados de la investigación? ¿Ya saben quiénes son los responsables? – preguntó uno de los ahí presentes.

- Todavía no – contestó Yanagida – En cuanto tenga los resultados, serán los primeros en saberlo.

- Pues más te vale que se den prisa – dijo el comandante Higaki, quien se levantó de su asiento y caminó hasta quedar cara a cara con el teniente Yanagida – Mientras más tiempo estemos aquí sin hacer nada, más sangre correrá por sus manos.

- S- Si, señor...

La reunión terminó. Todos los oficiales, a excepción del teniente Yanagida, salieron de la oficina bastante malhumorados, puesto que no se había llegado a nada. Los informes estaban inconclusos, pues aún no había nada claro con respecto a los resultados finales de la investigación. El general Hazama, al quedarse parcialmente solo, puso una mano en su frente, al mismo tiempo que soltaba un largo suspiro.

Miró el teléfono que se encontraba sobre su escritorio. Lo descolgó mientras marcaba un número.

- ¿Hablará con el Ministro de Defensa? – preguntó Yanagida al mismo tiempo que se acomodaba sus lentes.