#7: Oh, no.

22 2 2
                                    

No sabía que decir, ¿aceptaba o no? No, no quería estar con Chris, pero... no veía a Matt desde hace 2 meses y lo extrañaba, quería ver sí Turquía lo había cambiado, aunque no lo creo. Matt me veía suplicante, mientras que Chris estaba entretenido con el pájaro del árbol. Iba a responder cuando una mata de color rosado claro se posó en mi vista ¡FAE!

—Uhmm, creo que otro día talvez, ahí viene Fae. Nos vemos Matt.—me despedí con una sonrisa de disculpa y alcanzando a Fae en su casa, mientras los chicos empezaron a andar.

—¿Mia? ¿Qué haces aquí?— preguntó Fae con el ceño fruncido, venia con Lulu en el brazo. Oh sí, Fae tenía de mascota a un lagarto.

—Vine a visitarte, pero si quieres que me vaya....—comenzé, pero me interrumpio.

—No, no, espera. ¿Vamos de compras? Necesito ropa nueva para el cumpleaños de Matt.—replicó, luego entró, dejó a Lulu en el piso, y salió.— A propósito, estas invitada.—añadió, sonriendo.

Sabía que Fae quería que Matt y yo fueramos pareja desde siempre, pero Matt, era mi "hermano". Y tampoco era mi tipo. Así que, comenzamos  andar, hablando de esa dichosa fiesta. Según dijo Fae, habrá una gran sorpresa, ya que es el cumpleaños 20 de Matt. Que viejo.

***

Anduvimos horas y horas de aquí para allá. De calzones a ropa. De perfumes a sostenes. En fin, de todo. El centro comercial al que fuimos estaba sólo ha diez minutos de casa de Fae y mía. Me sentía cansada y harta,  el reloj daba las 4, me empezó a dar hambre, y Fae estaba indecisa entre un vestido color camesí transparente con lentejuelas que daba perfecto con su piel y uno rojo corto, apretado que acentuaba su figura. Yo escogí uno azul oscuro sin tirantes, hasta la rodillas y con un moño de flores. Algo cursi, pero bonito. Por fin, Fae se decidió por el rojo corto y pudimos caminar libremente hacia afuera. Pero se detuvó otra vez a observar lociones florales ¡Oh, por favor!

Tenía que ir a recoger a los chicos, así que Fae decidió acompañarme ya que quería hablar sobre comprar otro día zapatos. No, porfavor, rogue mentalmente. Nos detuvimos a comprar agua, pero Fae seguía hablando y hablando, "Necesito depilarme, ¿no crees?, Iré a retocarme el cabello de un rosado oscuro, ¿me acompañas?, ¡Qué emoción! La fiesta es la próxima semana" Preguntas como esas, a las que solo me limitaba a asentir ¿Cómo hacia para hablar tanto y no cansarse?

Al fin, llegamos al deportivo "Zeboswki" original, ¿no? Recogí a los chicos y les regale unas pulseritas de dulces a cada uno, chillaron de emoción. Iba tomando agua mientras miraba a Fae, cuando algo duro impacto contra mí, provocando que mi agua cayerá en mi camiseta y que soltará la bolsa de compras que cargaba. Furiosa, me preparé para insultar a quién sea que me había empapado, cuándo ví la cara de Chris, con sudor en la camiseta, la frente y jadeando. Eso aumento mi ira.

—Oye, no tienes que desperdiciar agua.—se lamentó, mirando tristemente mi botella vacía. Matt, venía detrás de él, en igual estado.

—¡Hey! Algunos necesitan agua.—me reprimió, poniendo las manos en sus rodillas. Eso me enfadó.

—¿Cuál es tu problema?— le exprimi mi ira entre dientes a Chris, que se limpiaba el sudor de la frente.

—¿Yo? Yo, necesito agua. Y tú, la botas.— respondió él, simplemente.

—¡Porqué tu me la echaste encima! ¡No es mi culpa que seas despistado!— le grité, haciendo ademanes exasperados con mis manos. IDIOTA.

—Yo también quiero agua— opinó Jenn.

—¡Tengo sed!—se quejó Nath.

— Yo no quiero agua— renegó Wen.

—Yo si quiero, tengo la boca seca— se escuchó la voz de Fae, mientras se tocaba el cuello. ¡Como no!

Frustada, bufé y fui hacia el basurero próximo para botar la botella vacía. Empezé a caminar, cuándo sentí que el suelo de mis pies desaparecía, y que descendía rápidamente. La negrura me invadió, impacté mis pies contra cemento que sacó un gemido doloroso de mí y un olor nauseabuendo se instaló en mi nariz. ¿Caí en una alcantarilla? Por supuesto.

Escuché la voz preocupada de Fae, seguida de la de Matt y las niñas, no podía ver nada, ya que ellos tapaban la entrada, y el olor, simplemente asqueroso. Pudé oír a Chris gritar:

—¡Oye, Mia! ¡No sabías que tenias nueva casa!— a lo que le siguió risas de él y Matt.

—¡Oigan, par de nenitas! ¡No sean idiotas y ayudenme a subir!— grité, como fiera. Las risas se detuvieron.

—Mia, ¿estas bien?—esa era Fae. Su voz sonaban como eco.

—Si, solo que....—comenze, pero al intentar pararme, sentí un dolor agudo provenir de mi tobillo.— ¡Duele. duele!—aullé, mientras volvía a desplomarme.

—¡Tranquila! Solo tienes... —comenzó Matt, pero sentí el piso resbaloso. Estaba cayendo, inclinandome más hacia abajo, intenté agarrarme de cualquier cosa, algo, pero ¿de qué podía sostenerme si estaba en una alcantarilla? Me resbalé, igual que en un tobogán. Solo que a oscuras, con olor horrible y con el tobillo adolorido. Grité, hasta que ya no escuché la voz de nadie. El olor se hacía más intenso y sentía la "rampa" como una lija sobre mi trasero. Despues de minutos que sentí eternos caí en un lago negro que se encontraba en excavaciones internas debajo de las calles. Acumulación de desecho.

El olor era insiportable, ví pasar de todo. Animales muertos, desechos humanos, palas, basura, hojas, de todo. Jadeé por aire, y me costaba nadar sin mi tobillo bueno. El río negro me arrastraba corriente abajo, la luz provenía de otras alcantarillas con hoyos que pude ubicar. Pasé debajo de una tubería que arrojo más agua negra, y aún más desechos. Me dió demasiado asco, quería vomitar. Creo que lo hice.

Se aproximaba un túnel, y me daba miedo ver lo que podía encontrar, pero al entrar pude sentir el agua descender. Me alegré un poco, pero mi sonrisa se fue. Y al poco tiempo, mi cuerpo cayó a una negrura aún más grande.

El idiota.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora