Prólogo

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Qué difícil...

Qué difícil es dejar ir a alguien que quieres cuando la mente y el corazón se niegan a entender por qué. Dejar ir suele ser difícil, pero llega un momento en la vida en que debemos hacerlo. Si no somos capaces de pasar página, continuaremos arrastrando el mismo dolor y resentimiento que nos ha tenido emocionalmente estancados. Por eso, una de las lecciones más importantes que podemos aprender en la vida es soltar. Dejar ir no significa olvidar. Dejar ir implica restarle impacto emocional a la experiencia, aceptarla y continuar adelante. De hecho, lo que sucede con las experiencias emocionales muy intensas, como la pérdida de una persona querida, una ruptura de pareja, un gran error, es que no las asimilamos por completo, de manera que estas no pasan a formar parte de nuestra historia, sino que se quedan activas en una parte de nuestro cerebro, reactivándose ante el menor estímulo. La clave para no naufragar consiste en encontrar el equilibrio justo, en saber cuándo ha llegado el momento de mirar hacia adelante y dejar ir el pasado, por mucho que duela.

Todos, de alguna forma, necesitamos quitar nuestros dolores del corazón para poder proyectar esperanza y, sobre todo, para ver la vida de otra forma.

11:11 Cuando las estrellas se alineanWhere stories live. Discover now