Juegos De Dos - [SNK]

Capítulo 11: Un corazón qué se ha roto

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ANTES DE EMPEZAR EL CAPITULO, TENGO QUE DECIRLO ¡¡Amo esta parte!! Es a mi opinión el resumen de todos los otros diez capítulos han ido preparando para este momento de resolución.

Con este capítulo, inauguró el primer punto de desenlace en la historia.

Sin anda más que agregar.. Disfruten la lectura~

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Capítulo 11: 💔Un Corazón...que se ha roto 💔

[Kanney narra]

—Enano, coge el maldito teléfono. -Exclame en mi despacho, pero solo se escuchaban los pitidos. — ¿Qué estarás haciendo? 

Pregunte rendido al final y dejo el teléfono, prosigo a agarrar mi vaso con wiski. Entonces oigo la voz de mi secretaria venir e interrumpir, no por el interruptor ya que nunca le respondo. 

— Señor... Quería saber si va a ir a la fiesta, ¿o no? -dice con una carpeta en brazos.

—No, diles que se vayan al demonio –Ella cierra la puerta y vuelve el silencio, pero es de nuevo interrumpido

— ¿Y ahora qué quieres? –Brame con los pies sobre el escritorio —Si no es importante no me interesa

—Señor... Él está aquí –me dice y como si de un balde de agua fría me cayera encima, arrojo el vaso de vidrio. Este va estrellándose en la pared y espaciando el licor, yo bajo los pies de mi escritorio.

Ese cabrón, está en mi···

—Esperó y no haya roto nada –me habla ella, cerrando la puerta tras de sí. Tks.

—No, solo fue un pájaro que se estrelló con la ventana –digo, corto la comunicación con ella y busco entre mis cajones mi arma "Magnu" de color negra. La pongo en un sitio oculto, pero fácil de acceder a ella.

—Hazlo pasar -.

[Grisha narra]

De nuevo en esta ratonera, me hacen pasar y tomo el asiento en el gran sofá rojo. Para variar, el decorado es una fachada de...

—Buenos días, amigo Grisha –suele cantar su voz al salir de su mugroso despacho y extenderme la mano.

Me pongo de pie. Ese rostro tan hipócrita, me da ganas de golpearlo.

—Siempre, colega –respondo y nos sentamos

— ¿A qué se debe tu visita?

—Necesito una razón para venir –suelto suspicaz. En lo que nos miramos, casi retándonos y ambos descaderamos una ola de risas, amargas y oxidadas —Vengo por Los Acuerdos