Thirteen.

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[Jimin]

Lo amaba demasiado, pero eso era una decisión muy difícil de tomar. No era como decidir si tomar café o jugo, era entregar mi vida y mi futuro a un vampiro. Aunque no era tan mala idea porque ese vampiro era Min Yoongi, el que me protegía sin importar los daños que podía recibir, el que cambiaba por completo su forma de ser por mí, tal vez no perdía nada.

Pero la desconfianza era parte de mi ser, tenía miedo de que resultara mal y que ambos terminaríamos matándonos lentamente por una decisión apresurada, le pedí un día para pensar más si embargo siento que fue muy poco. La noche ya está cayendo y debo regresar. He pasado todo el día caminando por el amplio bosque, alimentándome de puros sándwiches que me preparé.

No sé dónde dirigirme, Yoongi me dijo que si quería hacerlo fuera a su casa en el pueblo para más intimidad pues en la casa pequeña está Hoseok. Me gustaba y me aterraba el hecho de saber que esa fue una iglesia. Sería una gran travesura. Me quedaban 3 horas para ir allá, si no llegaba a esa hora, significaba que no había aceptado.

El frío me calaba hasta los huesos, quería sentir sus delgados y definidos brazos dándome calor. Ahora es cuando más me daba cuenta cuanto lo necesito. Han sido sólo horas sin él y mi cuerpo ya lo extraña. Lo necesitaba.

"Lo necesitaba dentro de mí"

(...)


Pasé al supermercado antes de irme en busca de algo que me pudiese servir, pero la pregunta es ¿qué me puede servir en el sexo?

Galletas, gaseosa, sopas. Nada me servía. Seguí caminando en busca de algo más y pasé por el pasillo de los productos de higiene ¡Oh, no!, Pampers, jabón y shampoo de bebé. Recordé un pequeño detallito que estaba pasando por alto. Si en un futuro Yoongi quería hijos ¡voy a quedar embarazado! Me imaginé con mi gran estómago y quería gritar. Bien, aunque decidí ser homosexual, nunca supuse que pasaría esto. Pero era mejor dejar de pensar en eso y dejarlo para más adelante.

¿Condones? Definitivamente no, si lo que quería era su esperma. Y si en caso mi boca llegase a saborear su hombría preferiría sentir su sabor natural.

Salí del supermercado y me dirigí al centro comercial que se encontraba al frente. Caminaba por los pasillos en busca de algo. Cosméticos no me servían, comida rápida tampoco. Al final del pasillo vi un letrero con la frase "Sex shop". Ese era mi lugar.

Apresuré el paso para llegar ahí. Había miles de diferentes juguetes sexuales, pero lo consideré innecesario, pues Yoongi tiene una obsesión con ellos y ha de tener muchísimos. Dentro de la tienda había un apartado de disfraces, pensé que sería una buena idea, aunque no sé si a Yoongi le gustaría, nunca mencionó nada de ello.

Había de animales, caricaturas, de trabajos y todo era tan jodidamente sexy. Vi uno de Policía el cual tenía un juego de esposas, una pistola falsa, un látigo y consistía de pantaloncillos cortos y apretados junto con un corbatin y la gorra de Policía. Me gustó mucho, pero creo que Yoongi ya ha tenido suficiente de policías. Había otro de un perrito, consistía en una diadema con orejas, una cola café claro muy pequeña, unos calzoncillos café con huellas blancas y guantes blancos. Se me hacía gracioso así que no me decidí por él. Sería algo realmente difícil.

(...)

Faltaban 30 minutos para la hora indicada, había logrado encontrar el traje perfecto. Me compré una hamburguesa la cual voy comiendo en el camino. Me tardé tanto tiempo en elegir que ya no me quedaba tiempo para sentarme a cenar. Pero luego de la mitad ya no quise seguir, mi estómago rugía por los nervios. Quería decirme a mí mismo que sólo era sexo y nada más, pero no. Sabía todo lo que vendría después, es como si me fuese a casar.

¡Felicidades, Jimin! Mis pensamientos me tienen tan aturdido que no vi la raíz levantada en la acera y caí de frente. Ahora la otra mitad de la hamburguesa está estampada en mi camiseta gris. Ahora llegaré donde Yoongi apestando a comida rápida y con la camisa pegajosa. Por suerte el traje no se dañó. Aplausos para mí.

(...)

La hora ha llegado y me encuentro justo al frente de la puerta. Las manos y pies me tiemblan. Creo que estoy más helado que cuando Yoongi se convierte en vampiro. Toco la puerta pero nadie abre. Decido probar si está abierta y así lo es. Entro con cuidado pues esta oscuro, únicamente iluminado por velas aromáticas con olor a canela. Él sabe lo que me gusta.

Me percato que el suelo contiene pétalos blancos y rojos durante todo el camino a la habitación. Suspiro fuertemente y empiezo a seguir el camino. Entre más me acerco escucho una de mis canciones favoritas sonar desde la habitación "Church - Chase Atlantic" sonreí sintiendo una inmensa alegría, se me hacía tan tierno ver que se había esforzado para que la situación fuera única.

Abrí la puerta y un olor fuerte a canela inundó mis fosas nasales, sentí como miembro palpitó ante ello. Yoongi se encontraba sentado en el mini sofá al lado de la cama. Su cabello negro lucía más brillante de lo normal, llevaba una camisa formal negra manga larga, la cual había enrollado hasta sus codos para así apreciar sus venosas y masculinas manos. Llevaba un pantalón formal negro combinado con un cinturón color plata oscuro al igual que sus zapatos. Llevaba un arete brillante y una cadena de color plata. Y yo manchado de kétchup, mayonesa y con olor a grasa de la carne.

El rastro de pétalos llegaba hasta la cama, había almohadas blancas y rojas, el cubrecama era de color blanco en su totalidad. A diferencia de lo demás de la casa, ésta sí tenía luz pero era suave y de color amarillo oscuro con algunas velas. Había inciensos de canela en la mesa de noche con una pequeña bocina con música suave.

Se levantó y caminó hacia mí con sensualidad. Me miraba fijo a los ojos con un brillo y lujuria en estos. Era muy contrario a mí, no se le veía nervioso en lo absoluto, se veía tan fresco, demasiado sensual y dominante. Tenía el aura de un hombre poderoso amante y maestro en el sexo. Sentí como mi miembro volvió a palpitar al tenerlo cerca de mí. Sus ojos gatunos me examinaron de pies a cabeza y esbozó una sonrisa ladina.

--Al parecer alguien tuvo un accidente. --Recordé mi ropa manchada y de inmediato sentí el calor golpear mi rostro. --¿Qué traes ahí? -- quiso husmear pero rápidamente lo aparté.

--I-iré a tomar una ducha

Me encerré en el baño lo más rápido que pude, me quité toda la ropa sucia y entré a la ducha. Lave bien mi cuerpo y mi cabello, me ayudó un poco a relajarme. Me observé al espejo. Había cambiado mucho, aquél Jimin de aspecto serio y fuerte se había marchado. Mi mirada era más suave y casi siempre tenía una pequeña sonrisa en mi rostro. Era algo que me gustaba, no ocultaba mi felicidad, nunca me había sentido tan querido hasta ahora y esa felicidad tenía una causa.

"Min Yoongi"

Me puse el traje y abrí la puerta, observé con mirada traviesa a Yoongi quien me miraba desde la cama con la boca abierta.

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Se viene lo chido, puercas.

Quería que lo siguiente quedara en un sólo capítulo, pero también quería hacer lo del caos mental de Jimin xD.

PD: Mañana subo el capítulo.

Compañero De Sangre | YoonMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora