III

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Multimedia: Vas a quedarte, la canción que puso Hayley en la radio.

Multimedia: Vas a quedarte, la canción que puso Hayley en la radio

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El moreno arrancó el vehículo y puso rumbo al Nights of life.

-Así que... ¿Tienes novios literarios, eh?- manifestó James con sorna.

-Sí, ¿Por qué ?¿Estás celoso?- inquirió Hayley guiñando un ojo.

-Tal vez- respondió el ojiazul, para sorpresa de su acompañante.

Después de algunos segundos de silencio la ojigrís se tomó la libertad de encender la radio, buscó alguna emisora que le agradase durante unos instantes y terminó por dejar la voz de Aitana.

Hayley comenzó a cantar. Su voz era melodiosa y estaba cargada de emociones.

James sonrió inconscientemente, aunque Hayley pareció no darse cuenta.

Hayley se giró y observó a James, tenía su vista fija en la carretera pero una pequeña sonrisa estaba alojada en sus labios.

Llegaron a su destino. El moreno aparcó el coche y salió de este; antes de que a Hayley le diese tiempo a reaccionar, James abrió su puerta. La ojigrís se lo agradeció con una sonrisa y salió del vehículo. Se dirigieron caminando hasta la puerta trasera del local, por la que todos los trabajadores entraban.

-Bueno, creo que aquí nos separamos.- expresó la castaña divertida- Nos vemos en un par de horas.

-Oh, voy a quedarme por el club, no te molesta, ¿verdad?- cuestionó con fingida inocencia el muchacho.

-No, claro que no- le respondió Hayley extrañada- Entonces... Nos veremos en unos minutos- se despidió.

Antes de que se adentrase en el club, James la cogió del brazo.

-Hasta ahora- susurró cerca de la oreja de la contraria, y dejó un casto y corto beso en sus labios.

Le lanzó una sonrisita de satisfacción y se dio la vuelta, encaminándose a la entrada de aquel edificio, a esperar que abriese.

La muchacha tardó unos instantes en reaccionar, y cuando lo hizo, acarició sus labios, sin poder creerse lo que acababa de ocurrir. Finalmente entró a su lugar de trabajo, recuperándose de aquel suceso. Se sentía rara. Pero de lo que estaba segura, era de que le había gustado, mejor dicho, le había encantado. Se sentía como la protagonista de sus libros. Y no sabía si eso era bueno, o malo.

No había pasado si quiera un segundo, cuando las puertas del club fueron abiertas, y James ya estaba dentro; ansioso de ver a su castaña

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No había pasado si quiera un segundo, cuando las puertas del club fueron abiertas, y James ya estaba dentro; ansioso de ver a su castaña. Entró y se dirigió a la zona VIP. Desde allí podría ver todo el club, y así podría intentar localizar a Hayley, esa castaña que no salía de su mente, acababa de conocerla, y ya estaba así. No quería ni pensar como estaría en un par de meses.

Localizó a la ojigrís unos segundos después; estaba detrás de la barra, con su vista fija en la pista de baile. Tenía su boca torcida en una mueca, y el entrecejo fruncido, a James le resultó graciosa su expresión facial. Bajó las escaleras de la zona VIP y se acercó a la barra. Se colocó enfrente de la ojigrís, impidiendo a esta ver la pista. Hayley fue subiendo sus ojos por el cuerpo del muchacho, hasta llegar a su rostro, dónde James tenía esbozada una sonrisa ladeada. Al llegar a sus ojos, las mejillas de la joven se tornaron rosadas al recordar su anterior encuentro.

James observó sus labios color escarlata, le parecía demasiado sensual, mientras que ella ni siquiera se esforzaba. Nunca había sentido aquello. Sentía como sus labios lo llamaban, le había encantado probarlos. Había sido uno de los mejores, sino el mejor, de sus besos. Sus labios encajaban perfectamente, era como si estuvieran destinados.

-Hey- formuló la castaña.

-Hola, nena- rió el ojiazul.

-¿Quieres algo de beber, moreno?- se mofó Hayley.

-Un tequila estaría bien- pidió.

-Marchando un tequila para el guapo moreno de ojos azules- se cachondeó la muchacha.

-Oh, gracias, gracias- siguió su juego.

-De nada, James- rió la joven.

-Aunque tú tampoco te quedas atrás, castaña.

La castaña rió nuevamente, con más fuerza aún.

-¿De qué te ríes?- cuestionó con una sonrisa torcida el contrario.

-Eres gracioso James. Me gusta- le lanzó la ojiverde sonriendo.

-Nena, acabo de empezar a gustarte. Espera a conocerme, y te enamorarás- enunció el ojiazul, mirándola serio, pero con una pizca de diversión en sus ojos.

-¿Me estás amenazando?- le observó.

-Tómatelo como quieras- formuló con una sonrisa el muchacho.

Se acercó a su compañero de vehículo y le tendió la bebida. El ojiazul la cogió gustoso y la acercó a su boca, dio un sorbo y se relamió los labios. La joven observó engatusada, sin perderse detalle, cada movimiento. El muchacho sonrió torcidamente, algo que a Hayley empezaba a hacérsele costumbre.

-¿Cuándo terminas el turno, castaña?- preguntó, tras unos minutos de silencio entre ambos el moreno.

-¿Qué hora es?- cuestionó la menor.

-Una menos cuarto- respondió el muchacho observando el reloj en su muñeca.

-Termino en veinte minutos.

-Bien, te voy a esperar en la barra, así que desea que pase rápido- la molestó.

-Ajá- ignoró su cometido la joven.

Un muchacho rubio se acercó a la barra, y comenzó a ordenar su pedido. Pero a James le resultó extraño que le guiñase un ojo a su castaña, ¡Por dios, se le estaba insinuando enfrente de sus narices! Y Hayley no daba señales de desagrado.

-Amor, ¿Todavía queda mucho para que termines? Tengo ganas de que podamos salir ya- formuló el moreno con celos.

-Me quedan cinco minutos, cariño, no te impacientes- le respondió con un fingido tono de cariño Hayley.

-Genial, espero que pasen pronto.

-Yo también, mi vida- se burló la joven. Se acercó al oído de James y susurró:- ¿Te pones tú muy celoso, no?

-No sabes cuánto. Voy a tener que vigilarte- le respondió el muchacho, murmurando cerca de su oreja. La joven rió.

Preparó la Copa del muchacho rubio y se la tendió. El rubio la cogió gustoso y le tendió un papel.

-Mi número, por si sale mal con tu novio. Soy Will. Llámame- hizo un gesto con su mano y se marchó.

James imitó arcadas y le arrancó el papel de las manos, para después romperlo en minúsculos trozos.

Broken (PAUSADA TEMPORALMENTE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora