1•Rutina???

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Era hora del desayuno, y como siempre, papá no estaba y mamá se encontraba en la cocina conversando con una de las mucamas.
Moría de sueño, realmente era casi lo único que podía pensar desde que me había sentado a la mesa, eran las 6:15 y Mackenna estaba más que molesta pues aún no bajaban Sun-Hee, Effy y Suni.
Destiny me sonrió divertida mientras jugaba con sus millones de pulseras de colores, haciendo irritar aún más a una bastante enseriada Mackenna.

-¿Quieres comenzar a desayunar ya?

Destiny hizo un gesto de disgusto y abultó sus labios mientras negaba tan frenética que incluso su larga y rizada coleta castaña clara fue a dar a mi cara. A veces me estresaba la conducta tan infantil y juguetona de hermana 5, la cual solía ser bastante indiscreta e imprudente a la hora de hablar, cosa que me causaba problemas en la escuela cuando me la encontraba.

-Eshhh aléjate de mí.

Le dije molesto mientras tomaba el vaso de jugo con molestia y comenzaba a beberlo.

-¡Tú dijiste que no podíamos empezar sin las demás!, ¿¡por qué quieres hacerme comer ahora!?

La mayor le señaló en modo de advertencia y por poco pierde aquel semblante de chica recatada y seria que siempre llevaba, suspiró profundo y enseguida cerró sus pequeños y alargados ojos.

-Dios, es tan difícil lidiar con ustedes.

Parpadeé con pesadez mientras me echaba en la silla, recibiendo en aquel momento un golpe en la cabeza que me hizo incorporar y girar rápidamente mientras me sobaba.

-¿Qué diab... Maldita Elizabeth.

-¡No me digas así sabes que lo detesto!

Gritoneo irritada mientras se amarraba de mala gana sus largos y lacios cabellos negros, sentándose a un lado de Mackenna con el rostro endurecido. La verdad, es que hermana 3 siempre se irritaba por todo, y apostaba por el desorden en su cabello a que nuevamente se había quedado hasta tarde haciendo tarea.

-¿Cuándo será el día en que te peines decentemente?

Me dijo Sunhee mientras me rodeaba con sus brazos largos, blancos y suaves para luego besar mi mejilla suavemente, dejándome la sensación del clásico y pegajoso brillo de labios que usaba, su aroma suave y dulce siempre me reconfortaba, y no es que tuviese alguna clase de favoritismo no, a todas mis hermanas las quería por igual pero, adoraba especialmente a mi hermana 2, era con quien mejor me llevaba y con la que más hablaba a pesar de que la universidad la tuviese ocupada la mayoría del tiempo.

-Ya hablamos de esto, respeta mi peinado.

-Sabes que cuando quieras puedo acomodarte estos cabellos con aspecto de ramen.

-¡Oye!

Comenzó a reír delicadamente y despeinó mis cabellos mientras yo tomaba mis palillos dispuestos a comenzar a devorarme el desayuno. 6:30 y ya podía escuchar las voces de las cuatro parloteando y mirándose al espejo algunas, molestándose y haciéndose bromas; Mackenna tratando de controlar a una Destiny dispuesta a hacer reventar de coraje a Effy por su desastrosa imagen y Sunhee tratando de aconsejar a Effy acerca de que peinado y maquillaje le lucirían bien para hacer que su cansancio no se notara. Minutos después hermana 4 por fin hizo acto de presencia con su dulce y tímida sonrisa para tomar asiento al otro lado de la mesa Justo a un costado de Destiny.
Y así como hijos buenos es que nos sentaban por orden de edad desde pequeños en el enorme y ostentoso comedor de ocho sillas, papá solía ser muy ausente y en consecuencia tenía que lidiar con seis mujeres mayores diariamente yo solo, lo cual era agotador y vergonzoso para mí, pues ellas-exceptuando a Suni-eran tan despreocupadas de ellas que ya no era de extrañar que alguna se pasease semi desnuda por ahí sin vergüenza alguna, lo cual me llevaba a recordar las cientos, miles, millones de veces en las que tuve que ir corriendo a la farmacia a comprarles toallas sanitarias o tampones, no existía la negación en esta casa al menos para mí, era el más pequeño así que debía obedecer y hacer su santa voluntad, realmente sabía tanto pero tantooo de mujeres que hasta parecía atraerlas naturalmente.

-¡Devuélveme mi collar de perlas!

-¡Yo no lo tengo!

-¿Entonces quien?

Se gritaban hermana 5 y 2.

-Cállense, el collar de perlas lo tiene mamá, quien es la dueña.

Habló firme Mackenna mientras las otras dos se avergonzaban notoriamente hasta que Destiny comenzó a reír.

Mis hermanas y yo teníamos nombres occidentales y coreanos en orden uno papá y otro mamá por cada uno que nacía, mamá era inglesa y papá coreano.

-¿Myung?, ¿que estabas haciendo anoche cariño?

Habló Sunhee mientras me miraba fijamente con esa maldita sonrisa que decía, "no te atrevas a mentir por qué anoche te escuché."
Suspiré pesadamente y seguí jugando con los vegetales mientras desviaba la mirada a pesar de saber que aquel gesto sería mi sentencia de muerte y vergüenza en aquella mesa. Realmente tenía sueño, me había despertado temprano y no había podido volver a conciliar el sueño, no tenía ganas de gritar o defenderme.

-¿Para qué quieres saber?

-Solo...

-Sabes, estoy cansado solo, ¿puedes hacerme quedar en ridículo otro día?

La verdad era que me había aventado un pequeñísimo maratón de películas con escenas +18 antes de dormir pero en verdad había estado ahí por la maldita trama, buenísimas películas por cierto que repetiría otro día, bendito sea Netflix.

-Me Iré primero.

-¡Voy contigo!

-Y yo, esperen.

Y fue ahí cuando la vida volvió a mí y sin pensarlo tomé mis cosas y corrí, corrí como Forest y me desaparecí por alguna calle, quería caminar, quería estar solo, no me apetecía ir escuchando a mis hermanas ni tampoco ir echado en aquel maldito coche con sillones fríos y olor a hierbabuena.

Boy's Sister.-(Myungyeol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora