Boy's Sister.-(Myungyeol)

3•Lee

Bien, aquel sujeto me había dado un navajazo en un brazo, pero claro que no pensaba dejar que me quitase lo único que llevaba encima.

-¿Tienes idea de cuánto cuesta este uniforme ladronzuelo?

-Mhh, tal vez debería quitártelo.

-¿Bromeas?

Murmuré mientras observaba como otro par de hombres comenzaban a acercarse a nosotros, el muchacho al notarlo guardó la navaja y se colocó evidentemente nervioso.

-Chicos.

-Hola Lee, ¿ya juntaste el dinero que le debes al jefe?

Iba a correr, evidentemente estaba en el lugar equivocado en una situación equivocada pero no, un sujeto grande de cabeza afeitada y chaqueta de mezclilla me lanzo al suelo, casi a los pies del sujeto delgado, con brazos semi musculosos y cabellos largos.

-O-oigan sigo tratando de juntar el dinero solo, denme una semana más.

-Eso dijiste hace dos semanas Lee, ahora, más vale que pagues o tú y tu amigo pagarán las consecuencias.

Me levanté como pude solo para mirar a los seis sujetos que nos rodeaban, sacudí mi pantalón, bufando con molestia.

-No es mi amigo ni yo suyo.

-¡Calla!

Me gritó el tipo que venía hablando mientras me empujaba de nuevo contra el rasposo y desnivelado suelo de concreto, haciéndome enfadar realmente por ello. Era consiente de que me veía bastante joven e incluso más con el uniforme, pero vamos no era un niño tampoco.

-Ok ok, denme tres días juro que lo conseguiré.

El sujeto chasqueó la lengua y miró a sus hombres con complicidad, estos rieron y enseguida se acercaron al chico, comenzando a golpearlo con brutalidad hasta dejarlo en el suelo con el rostro herido y el torso igual. Me quedé estático, no quería ser golpeado, así que solo me arrastré hasta una pared junto a un par de bolsas negras de basura, mirando al suelo con las piernas encogidas, esperando a que se fueran.

-Tienes tres malditos días Lee Sungyeol, no creas que por ser un crío de 17 años nos tentaremos el corazón.

¿17?, cielos, ese sujeto tenía la edad de Destiny, era un año mayor que yo, bueno teóricamente ya que en un par de semanas cumpliría los 16.
Suspiré pesado, observando como esos sujetos se iban y dejaban al chico Tirado ahí, aún seguía molesto por lo de mi asalto fallido, pero igual sentía un poco de pena por ver al muchacho ahí, quizá podría obtener una buena explicación del por que intento asaltarme, lo cual sonaba estupido, generalmente la gente solo ataca a los ladrones y esas cosas, es cierto hay algunos ladrones despreciables, flojos y vagos, pero este chico no parecía realmente alguien malo.

-Oye... ¿En que lió te has metido?

El otro solo rió desde el suelo y negó mientras escupía sangre.

-Que te importa Niño mimado.

Achiqué mis ojos con molestia, levantándome para ir a su lado y mirarle, tenía notables golpes en el rostro, sus labios estaban bañados en sangre al igual que su nariz.

-Mañana despertarás morado.

-¿Eres doctor?

Negué suavemente mientras sacaba mi pañuelo especial de mi camisa, limpiando sus labios y nariz con sutileza mientras él me miraba con una sonrisa burlona.

-Pareces una mamá.

El comentario me hizo enfadar un poco, por lo que apreté su nariz con fuerza mientras le hacía gritar.