Boy's Sister.-(Myungyeol)

7•Intimidad

-Eres imposible Myungsoo

Murmuró cruzado de brazos mientras me miraba desde el desgastado y roto sillón individual de piel sintética.
Le saqué la lengua y enseguida rió un momento mientras Daeyeol seguía abriendo maravillado todos sus nuevos útiles.

-Realmente eres increíble Kim Myungsoo, está mochila está súper cool, todos van a querer una igual a la mía.

Dijo mientras revisaba los bolsillos.

-Eso es lo que me temo.

Murmuró Sungyeol un tanto afligido mientras suspiraba y luego me volteaba a ver, comprendiendo por fin su preocupación.

-¿Crees que Es Muy llamativa?

Cuestioné en voz baja mientras me levantaba del comedor de lámina de cuatro sillas, yendo a sentarme a su lado mientras recargaba mi mentón en su hombro.

-Sin mencionar la placa metálica al frente con el nombre de la marca, no, ¿Cómo crees?

Me incorporé mejor en mi lugar mientras asentía reiteradas veces, la verdad, no sé me había ocurrido eso, que quizá el querer darle algo costoso y lindo a Daeyeol en estos lares podría resultarle caro.

-A Daeyeol le gustó.

Dije entre suaves risas mientras lo veía probar cada color en su cuaderno.
Sungyeol sonrió y enseguida me abrazó con cariño y ternura, recostándose en mi hombro mientras yo le acariciaba el cabello, era lindo conocer el lado rudo y tierno del mayor, realmente a veces podía ser Tan autoritario y protector y otras tan lindo e infantil, era la dualidad perfecta.

-¿Qué harás para mí cumpleaños?

-Ya verás.

Murmuró acurrucado en mí, levantando su rostro mientras paraba sus labios para que le besara, acto que de inmediato atendí mientras le pellizcaba una mejilla.

-Oigan no se besen en mi presencia.

-Lo siento Dae.

Dije mientras reía un poco.

-Sungyeol, terminé mi tarea hace rato ¿puedo salir?

-Regresa antes de que anochezca ya sabes Ahh.

Él menor asintió reiteradas veces mientras se colocaba un suéter y salía a toda prisa junto con su bicicleta, dejándome solo con Sungyeol mientras le acariciaba el cabello.

-Mi hermana mayor abrió tu paquete hoy.

-¿En serio?, ¿cuantas hermanas me dijiste que tenías?, ¿veinte?

Dijo mientras se ponía de pie e iba en dirección a la pequeña cocina, poniendo en la estufa una cazuela con agua para preparar café, tal y como siempre que venía, Sungyeol no tenía mucho que ofrecerme, y nunca se había avergonzado de ello, siempre había sido muy consiente de nuestras posiciones sociales y él siempre me había dicho que simplemente no tenía tiempo para lamentarse y hacerse menos por no poder darme gran cosa, simplemente le gustaba estar conmigo y yo le creía, ambos disfrutábamos mucho salir a pasear, conocer lugares distintos del uno y del otro y simplemente divertirnos y vivir el momento.
El café nunca hacía falta en esta pequeña casa, y eso para mí era suficiente.

-No idiota, son solo cinco.

Él rió mientras yo le seguía, yendo a abrazarlo por detrás para besar una de sus mejillas con un poco de trabajo.

-Cierto cierto, ¿fue tu hermana 2?

Negué reiteradas veces mientras iba por el frasco de café.