¿Qué quieren de mí?
¿Por qué no me tienen miedo?
¿Por qué no corres cuando el fuego te consume y la sangre te escurre?
¿En serio estoy loca?
¿Qué pasó esa noche... la noche del incendio?
¿Por qué no puedo recordar?
Solo cállate y obedécenos...
***
...
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Mi vida siempre ha sido algo complicada y delirante, literalmente.
Nací en la madrugada del 13 de abril, sana y saludable, como decían los doctores desde mi nacimiento, mis padres estaban muy felices conmigo, hacían todo lo posible para que yo nunca carezca de alguna necesidad aun siendo ellos de recursos medios. No podían darse lujos conmigo, pero… decían que yo era la niña más linda que habían visto.
Pero pobres… por mí tuvieron que estar despiertos toda la noche porque yo no paraba de gritar, gritaba y gritaba día y de noche sin explicación, ellos decían que yo gritaba de repente, de la nada, un momento estaba jugando con los peluches, y al otro, gritaba. Mis papás lo describían como si yo había visto algún monstruo.
Luego de meses soportando mis desesperados gritos, fueron al pediatra y le explicaron la situación, pero estaba físicamente sana. Al no tener respuestas coherentes, decidieron hacerme varios exámenes hasta que encontraron una respuesta.
El doctor se había quedado como si lo hubieran derrotado cuando vio los resultados, me habían diagnosticado con esquizofrenia.
Les explicaron a mis padres que los susodichos gritos no venían por ninguna necesidad mía, yo tenía miedo, estaba asustada. Pero por suerte, había medicinas y terapias que yo debía tomar para reducir mis alucinaciones.
Pero por mi más grande desgracia, no pudieron pagar los medicamentos, ya no les quedaba recursos si quiera, papá trató de conseguir un ascenso y mamá un trabajo, fracasaron. Pidieron préstamos, pero se les hizo imposible, por eso con todo el dolor de sus almas, me enviaron a un orfanato a la edad de 5 años.
Ahí estaba feliz, aunque los extrañaba bastante cuando me acordaba de ellos, al menos tenía amigos. A veces escuchaba voces profundas que me hablaban.
No les decía a mis amigos, pero las chicas que se hacían cargo de nosotros los huérfanos, sí, y se encargaban de llevarme a citas con un psiquiatra, aunque nunca vi ninguna diferencia.
No recuerdo mucho mi vida en el orfanato los últimos meses, se me hacían borrosos, ya que… un día el orfanato se incendió cuando tenía 12. Me diagnosticaron amnesia disociativa, mi cerebro estaba podrido para mí.
Es que, ¿a qué persona les pasa estas cosas? ¡Sufría de esquizofrenia y ahora no podía recordar meses de mi vida! ¡Era una niña huérfana y loca!
Yo sobreviví con mucha suerte y quemaduras, los doctores consideraron que yo era una niña muy suertuda, que había pasado tantas cosas, pero yo había permanecido intacta, o más o menos.
Personas estudiaron el caso porque era sospechoso que yo fuera la única ilesa.
En verdad hubiera deseado que el fuego me matara, porque luego de lo sucedido, me internaron en el psiquiátrico de Silverville, la ciudad.
