¿Qué quieren de mí?
¿Por qué no me tienen miedo?
¿Por qué no corres cuando el fuego te consume y la sangre te escurre?
¿En serio estoy loca?
¿Qué pasó esa noche... la noche del incendio?
¿Por qué no puedo recordar?
Solo cállate y obedécenos...
***
...
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Y ahí estaba yo, entre bostezos y voces irritadoa del grupo de robots.
¿De qué están hablando? Porque sinceramente, no puedo entender nada. Ni siquiera me inmuto en tratar de entender.
—Y yo le dije: o sea, si no eres gallina, dímelo en la cara, y luego me dijo que yo era perra y, ¿sabes qué le dije?
—¿Qué le dijiste? —preguntó Queen con interés.
—Le dije “y tú más”
Ay por Dios, ¿qué estoy haciendo aquí?
Byron y Queen estallaron de la risa y no pude evitar pensar en la posibilidad si eran anormales o algo así. ¿Por qué yo soy la que necesita de un psiquiatra?
Klaus no se rio, pero tenía una sonrisa que asumía el ser burlona, lo delataban sus comisuras levemente elevadas y temblorosas disimulando estar riéndose.
—Luego se rieron de ella —añadió Sasha—. ¡Entonces, Odille!
Cambió de tema mirándome con interés mientras peinaba con sus dedos sus rizos pelinegros.
—¿Qué pasa? —Dije fingiendo interés como pude.
—¿Qué tal Danielle? Digo, ¿cómo es como tutor? Si lo es, claro.
Aquí es cuando me doy cuenta de todo este drama. Ella solo me quiere para tratar de acercarse a Danielle a pesar de tener novio, qué descarada.
Su novio presta atención a sus palabras y luego me mira a mí con una mirada fija.
—Algo así.
—¿Y cómo habla? ¿Te habla bien? O sea, nunca habla.
—Si no habla es porque no quiere y no le apetece, ¿no crees? —contesté con sinceridad, esperando a que entienda lo que le digo, aunque lo dudo.
—Obvio que no, si aún no nos conocemos, tontita —responde tratando de parecer simpática.
Su sonrisa se ve tan forzada, lo disimula bien, pero no soy cualquier persona como para no darme cuenta.
—¿Y pretendes que lo hable contigo?
—¿Por qué no lo haría? —Dijo con su sonrisa forzada en pie—. O sea, estoy segura de que me ha visto y le gustaría hablarme.
Dijo dicho esto alzando sus hombros, queriendo decir “Obvio me va a mirar, ¿Quién no me miraría?”
Su novio seguía viéndola con celos y enojo, pero a ella no le importó. Klaus aguantaba la risa y Queen solo me comía con la mirada cuando Sasha contestaba.
—Y si te ha visto, me gustaría saber por qué no te ha hablado aún. Si quiere, lo hace; así es Danielle.
Creo que la conversación está algo ida de mis manos. Ni siquiera debería saber que él es mi guía.
