Gods and Monsters

Capítulo 2

Stiles se movió con impaciencia en la espalda de su caballo. No podía esperar el final de este viaje, aunque solo fuera así para poder estirar las piernas.

"Podría viajar en su carruaje, Su Alteza", dijo Sir Isaac deliberadamente. Debe haber notado la inquietud de Stiles.

"No, gracias", murmuró. "Y deja de llamarme así. Ya es bastante malo que tenga que escuchar de mi prometido todo el viaje ".

"Técnicamente, aún no es tu prometido", le ofreció Isaac.

"Da igual", murmuró Stiles. Se sacudió y se inclinó hacia delante para acariciar el cuello de su montura. "Bueno, es un buen partido", admitió. "El reino Hale tiene barcos y fácil acceso al océano. Ampliará nuestras opciones comerciales, que es lo que quiere mi padre. Y necesitan nuestro ejército."

La Dama Erica, su otra guardia personal, bufó. "Son hombres lobo. ¿Para qué necesitan nuestra ayuda?"

"Las fuerzas del reino Argent son enormes y tienen armas que son especialmente peligrosas para los hombres lobo. No saben qué hacer con nosotros, lo que es bueno. Mi padre quiere poner fin a la tiranía del reino Argent antes de que se extienda más allá de sus fronteras y entre en las nuestras. ¿Cuánto tiempo crees que les llevará encontrar wolfsbane o algún arma que nos matará? "

Erica se burló, pero no dijo nada más, lo que significaba que estaba pensando en eso.

Stiles había sabido toda su vida que estaría comprometido y eventualmente casado con un hombre que nunca había conocido. Si las cosas hubieran salido como se suponía, se habrían reunido varias veces durante los años anteriores a su compromiso oficial.

Pero eso quedó en suspenso cuando Stiles tenía once años, cuando la mayoría de la familia Hale murió en un incendio en su casa de verano.

"Deberíamos estar allí al atardecer, Su Alteza", dijo un caballero cerca del frente.

Había dieciséis caballeros reales presentes, sin incluir a Erica e Isaac. Ocho eran del reino de Stiles y ocho del reino Hale, una oferta de protección que el rey Nathaniel había aceptado. También haría que el viaje fuera más rápido, teniendo caballeros hombres lobo guiándolos a través del territorio con el que estaban familiarizados.

"Oh, sí," murmuró Stiles.

"¿Perdone?" Preguntó el caballero, girándose.

"Dije que mi emoción no puede ser contenida".

Erica se echó a reír e Isaac negó con la cabeza.

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El palacio del reino Hale estaba hecho de una especie de piedra gris brillante que parecía que estaba hecho de plata cuando la luz del sol lo golpeó. Eso le pareció a Stiles profundamente irónico.

"No parece un hogar muy cálido, ¿verdad?", Murmuró.

Erica le hizo callar.

Isaac parecía escandalizado por su atrevimiento, pero Stiles se quedó en silencio, aunque solo fuera porque un nivel bajo de ansiedad le había atorado la garganta.

Se reuniría con su futuro marido en cuestión de minutos. De repente se sintió desaliñado y desnudo, cubierto de polvo de la carretera.

Miró, presa del pánico a Erica, que se encogió de hombros.

"Te ves bien", dijo ella. "Fuerte y tenaz", agregó con un guiño riendo.

Stiles gimió. Se veía terrible.