Capítulo 1

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Kate

Jason estacionó su vehículo frente al nuestro. Bajamos de los dos autos y nos adentramos unas cuadras hasta llegar al almacén. El frío y la oscuridad de la noche nos abrazaba a todos.

- ¿Tenemos todo? - preguntó Ryan.

- Todo listo - contestó Matt.

- Está bien. Escuchen, el tiempo es oro y las balas tambien. Kate ¿Tu arma está cargada?

- Sí, no te preocupes Ryan - dije alzando mi vista.

- Esto es lo que haremos. Tyler y Matt entrarán por la puerta trasera, ocultando la salida. Dylan tú vendras conmigo y con John. Jason, tu harás guardia aquí afuera con Kate. Si algo sale mal, no duden en disparar. ¿Entendido?

- Entendido.

Y fué como Ryan había organizado todo.

Jason se quedó a mi lado montando guardia, mientras que los demás chicos se adentraron en el almacén. Jason y yo permanecíamos quietos hasta que una motocicleta con dos hombres sobre ella cruzó la calle. Balas empezaron a salir de aquellas armas.

- ¡Escóndete! - ordenó Jason.

Me oculté detrás de una pared y saqué mi arma comenzando con más disparos, al igual que Jason. El tiroteo se detuvo y la motocicleta giró en la esquina.

- Iré a investigar.

Jason caminó y se perdió en la oscuridad. Opté por seguirlo.

Doblé en la esquina siguiendo el rastro de la motocicleta. Escuché unas voces y decidí ocultarme tras un árbol.

<<James>> pensé.

- Tu amiguita es buena con las balas, Jason. - dijo el rubio sonriendo cínicamente. - Está que arde.

- Vuelve a hablar así de ella y no dudaré de colocar una bala en tu frente James.

- Vaya, la princesa tiene guardia. Me sorprende que no la hayas follado.

Un puño aterrizó en la cara de James y éste cayó al suelo. Jason se subió encima de él y empezó a dar puñetazos en su cara sin parar. James tomó a Jason por el cuello y lo tiró a su lado. Se incorporó de pie rodeó con su antebrazo el cuello de Jason. En su otra mano sostenía una pistola apuntando su sien.

Salí de mi escondite tras el árbol y saqué mi arma.

- ¡Suéltalo! - grité.

James se dió vuelta aún sosteniendo a Jason y sonrió cínicamente.

- Vaya vaya, mira quién decidió aparecer.

A pesar de la presión en su cuello, Jason dijo unas cuantas palabras.

- Kate, vete.

- Suéltalo - volví a ordenar. Mis manos rodeaban el arma que apuntaba hacia ellos.

- Eso no será fácil, cariño.

- Te sugiero que lo sueltes.

- Disparas tú, disparo yo cielo. - su sonrisa se amplió más.

- Ella dijo que lo sueltes- me volteé para ver a Matt y los chicos. - En el caso contrario, seis balas acabarán en tu cabeza.

La sonrisa de James se borró y soltó a Jason, arrojándolo al piso.

- Esto no ha acabado Doth - miró a Ryan.

- Estás perdido Blacky - contestó Ryan.

James dirigió su vista hacia mí y dijo:

- Nos vemos princesa. Cuando quieras placer, solo llámame.

Subió a su motocicleta y se marchó.

Jason se incorporó restregando su cuello.

- ¿Estás bien? - pregunté.

- Estoy bien no te preocupes.

Suspiré y mis brazos se aferraron en su nuca. Él respondio mi abrazo. Besó mi cabeza y dijo:

- Te quiero Kate.

- Yo tambien te quiero Jason.

Jason era como el hermano que nunca tuve. Mis padres habían muerto a causa de una bomba. Mi madre en ese entonces estaba embarazada.

- Tortolitos, ¿Nos vamos? - la voz de Tyler me sacó de mis pensamientos.

- Idiota - murmuré en voz baja. John y Dylan se echaron a reir.

- Vamos Kate - Tyler se acercó a darme un abrazo pero lo rechazé juguetona.

Tyler sonrió y en un abrir y cerrar de ojos me sostenía entre sus brazos. Su brazo derecho pasaba por la parte trasera de mis rodillas y el izquierdo por mi espalda, casi llegando a mis hombros.

- Bájame, idiota - dije riendo.

- No hasta que lleguemos a los autos nena.

Seguimos avanzando unas cuadras más.

- Tyler, tengo piernas sabes.

- Utilízalas en otra cosa

Me sonroje sabiendo a lo que se refería. John y Dylan seguian riéndose.

- Eres un idiota.

Subimos a los autos. John y yo veníamos todo el camino hablando animádamente.

Al llegar a casa, me despedí de los chicos y subí hasta la habitación en donde dormíamos Jason y yo.

No éramos novios ni nada de eso. Nunca tuvimos relaciones. Pero la casa no tenía muchas habitaciones.

Me puse unos pantalones de chandal, una musculosa y me adentré en la cama cubriéndome con las mantas. La puerta se abrió y observé a Jason entrar en la habitación. Se recostó a mi lado y besó mi frente.

- Te quiero. Duerme.

- Yo tambien te quiero.

Su sonrisa fue lo último que ví antes de caer en un profundo sueño.

ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora