Capítulo 22- Muy bien, esto si que no me lo esperaba.

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Jamás me esperé esto, la verdad. Ayer me llamo Demons, y consultando mis visitas me dijo que había llegado a 2.000. ¡2K! ¿Cómo es posible? Yo flipo, y no se cómo agradeceros a todos los que me leéis y votáis o habéis votado, porque con ese simple gesto me habéis hecho muy feliz, y me habéis dado mas ganas de enseñar "al mundo" mi visión de este. Así que , gracias. Me maravillais.

Un beso. Day:)

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La tarde llega más pronto de lo que cabría esperar. Tras aceptar la alianza con Kenai, hemos ido en busca de más fruta, y Kenai ha recibido una red muy fuerte con la que ha fabricado una trampa.

-Lo que sea que pasé por aquí, quedará atrapado- asegura, mientras comienza a atar a una velocidad increíble unas cuerdas con otras, mientras yo recolecto cocos de lo alto de una palmera, lo único más o menos familiar al 11. Al final tengo más de veinte cocos y mi aliado ha construido una impresionante trampa digna de cualquier cazador- Baja ya, monito- me grita en cuanto acaba.

Pongo los ojos en blanco, y desciendo de un salto, aterrizando sobre mis talones. Observo de cerca la trampa, pero no demasiado para no caer en ella. La red está completamente camuflada entre las largas hojas de la palmera, y no se distingue como una cuerda fina, casi invisible, desciende a lo largo del tronco, y se conecta con el siguiente árbol. Si alguien pasa por allí, la red se soltará y se caerá sobre el tributo. En el suelo, camuflados, hay una serie de imanes fortísimos, al igual que en el extremo de la red. Es decir, que en cuanto el tributo o animal o lo que sea cruce y se le caiga la red encima, esta se pegara con los imanes del suelo, impidiendo así que se pueda levantar.

Nada que ver con mis burdas trampas para conejos.

-Le felicito por su trampa- comento, con una sonrisa, mientras no paro de observarla. Él asiente y señala el árbol.

-Y yo a usted por su capacidad de subir a los árboles.

De nuevo pongo los ojos en blanco, y cojo el tridente que había dejado apoyado sobre el tronco de la palmera en la que estaba subida. Kenai lo mira, y juro que está a punto de caérsele la baba. Yo me río, y agito el tridente delante de sus narices.

Destino: Los Juegos del Hambre. {Hunger Games Fanfic}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora