- ¿Recuerdas cuando empezamos a salir juntos todos los amigos?
» Y me hacía recorridos diarios todos los días para verte.
» Porque la confianza entre tú y yo era más grande que nada.
» Lástima que no lo supe ver, que no supe no arruinarlo.
» A ti, Hache.
Mis pies colgaban de la encimera. Tú mirabas atento como agitaba los hielos de mi vaso. Te miré por primera vez en la noche y allí estaban tus oscuros ojos como platos. Mirándome.