- ¿Y todo esto para qué? ¿Para que ahora vengas y te diga que no soy para ti?
» ¿Para que sea una egoísta que no sabe interpretar sus hormonas?
» ¿Para no tener simpatía con los sentimientos de las personas?"
» ¿Para que, Hache? Dímelo, porque yo no lo sé.
» A ti, Hache.
No dijiste nada por unos segundos. Sentí tu calor corporal acercarse más y más, hasta que tus manos rozaron mi cintura. Y en el momento que rozaste mis labios, me pregunté en cómo narices iba a decirle a Marco que estaba en el hospital con un coma etílico.
