- Y tal vez me confundiera enredando toda nuestra situación otra vez.
» Tal vez nunca debí confesarte que me gustabas.
» Tal vez nunca debí besarte.
» Tal vez nunca hubiera pasado nada entre nosotros, pero tal vez nunca hubieras estado sufriendo.
» A ti, Hache.
Cerré mis ojos y apoyé la cabeza en la pared. Sólo estaba concentrada en el ruido: el bajo de la música a fuera a más decibelios de los permitidos y tu respiración agitándose cada vez más.