Usoichi era un chico de secundaria, para su edad, (17) un chico un poco alto, de cabello negro con reflejos azules y unos ojos de un azul claro que recordaba a un cielo despejado, con un iris bastante grande, para sus pequeñas pupilas.
Se disponía a ir al comedor, recién salido del aula de clases a la hora de descanso cuando lo intercepto un chico de aspecto relajado, un poco mas alto que el, con un pelo de un tono castaño claro y un color de ojos verde que no le deja nada que envidiar.
- a dónde vas Usoichi-kun?- le dijo el chico alto a nuestro protagonista – tienes prisa?
-no, la verdad no Oyama-san- repuso Usoichi –solo que si no nos damos prisa nos quedaremos sin nada-
-ha! Te refieres a la comida?- dijo Oyama con tono risueño –la verdad es que eso no me preocupa mucho, no tanto como a ti por lo menos.-
Siguieron los dos en dirección al comedor, Oyama era un chico tranquilo y agradable, que no se metía mucho en los asuntos ajenos, ni daba mucha importancia a los asuntos individuales de la gente. Debía serlo, puesto a que Usoichi era un chico con bastantes cosas que esconder.
-vaya, ya eres bastante popular para llevar tan poco tiempo aquí- dijo Oyama mientras se sentaba en una pequeña mesa desocupada cuando hubieron llegado al comedor –solo una semana y ya tienes buenas notas y admiradoras. Te envidio sabes- dijo este al momento que Usoichi tomaba asiento frente a el.-
-a que te refieres?- pregunto este expectante.
-quien sabe- respondió Oyama en el mismo tono risueño que había adoptado un rato atrás.
Al cabo de un rato, cuando ya casi habían terminado su comida, se aproximo una chica bajita de cabello largo rojo, recogido en dos colas a los lados de su cabeza, y con un aura notablemente alegre se sentó junto a Oyama tan de repente que Usoichi dio un pequeño brinco de sorpresa que lo levanto poco menos de un centímetro de su asiento.
-Oyama-kun!! Como estas?- dijo esta en un tono alegre, con los ojos cerrados y una gran sonrisa que Usoichi no pudo contenerse en admirar.
-bien, bien, Tsukimi-san no estas con tus amigas?- le pregunto Oyama a la chica recién llegada.
-ummm bueno Ami-san esta llorando porque la dejo su novio y kobato-san esta consolándola en el baño- dijo esta en un tono pensativo sin poner reparo en lo que acababa de decir, como restandole importancia al asunto.-
<<-seria peligroso que esta chica en particular descubriera mi secreto- pensó Usoichi para sus adentros sin dejar de mirarla, pero esta ves, de un modo que demostraba recelo- me imagino a toda la escuela enterándose a los dos días. Perdería todo mi progreso en 3 días->>
-hola!- dijo esta con la misma expresión que había adoptado hace solo unos segundos, dirigiéndose a Usoichi –no nos conocemos verdad?-
Usoichi aparto la mirada enseguida en un intento vano de disimular que la estuvo mirando desde que llegó.
-yo soy Tsukimi, mucho gusto- dijo la chica con una leve inclinación ignorando la ridícula acción de su interlocutor.
-hola, yo soy Usoichi, el placer es mío- dijo este como quien no quiere la cosa.
Entonces, tan radiante como llego; se fue la chica, dando saltos de alegría por el pasillo de salida.
-y esa que?- pregunto Usoichi a su amigo que se había quedado mirándolo con una expresión que demostraba una mezcla de complicidad y burla.
-probablemente una de tus admiradoras- le espetó Oyama en un tono pensativo.
-si tu lo dices- respondió Usoichi con un tono fastidiado al tiempo que se levantaba de la silla, dejando su interlocutor atrás.
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Tiempo muerto
Actionun incidente cuando era pequeño cambia por completo a Usoichi, un chico de 16 años que termina trabajando para la mafia para saldar una deuda y poder recuperar lo ultimo que le queda y le fue arrebatado.