Podría jurar que la había limpiado hace poco, pero eso no quitaría la ligera capa de polvo que tenía encima.
Sujeto la pequeña caja con sus manos y la saco del estante. Observo rápidamente por encima para verificar que el mecanismo no se hubiera desgastado, para su buena suerte parecía estar intacto. No sería un problema muy grande, pero igual se calmo al cerciorarse.
Se abrazo con fuerza al pequeño objeto cuando un ruido fuerte lo sorprendió, obligándolo a retroceder un par de pasos y casi caer de golpe al suelo. Un trueno, estaba lloviendo bastante esa madrugada. Diría que se trataba de una tormenta, pero el agua caía de una forma demasiado suave como para serlo, era así, el tipo de lluvia a la que te acostumbras escuchar y que vuelven a tu atención cuando dejan caer un rayo.
Cosas que notas cuando tienes insomnio. Cosas que te planteas pueden ser algo que lo empeore.
No creía que la lluvia siguiese causando estragos en él, no a ese nivel por lo menos. Todo era distinto desde aquellos tiempos, incluso la misma lluvia era diferente.
Habían pasado años desde la última vez que trato de colarse debajo de las sabanas de la cama de Ibe, desde la ultima vez que lo asusto porque no había hecho el más mínimo ruido y daba la ilusión de que había parecido ahí de la nada. Había pasado mucho desde que buscaba la seguridad de los brazos de su padre en las noches relampagueantes.
No podía ser, a estas alturas, aun un temor significativo.
Se abalanzo a pasos ligeros hasta la mesa de noche que tenia al lado de su cama, dejando la caja encima, paso la mano por encima para sacudir un poco del polvo que había acumulado. Podía ser incapaz de conciliar el sueño, pero si que estaba cansado, se daría el tiempo de limpiarla como debería por la mañana... Si no lo olvidaba.
De cualquier forma, esperaba que esta vez sí funcionara, ese regalo que Ibe le había dado hace un par de años era la última idea que tenía. Estaba seguro de que si no conseguía dormir terminaría contando las líneas que había en el techo lo que restara de la noche. Algo que claramente no quería hacer.
Abrió con cuidado la pequeña caja y dejo que la música flotara por el aire. La suave melodía de una canción de cuna pronto pareció envolverlo.
Inundo la habitación, dejando fácilmente por debajo los golpes de las gotas de lluvia que, incluso antes de abrir la caja y a duras penas, se empeñaban en resonar. Se permitió caer en su cama en un último acto después de apagar la lampara de parafina.
No eran un par de sabanas con olor a jabón, pero funcionaba. La suave música aunada a la pequeña pareja de bailarines que giraban al compás parecía ser suficiente para darle el paso a su necesitado descanso.
Cerro los ojos entonces, dejándose envolver cada vez más por el son de la caja de música. Por el regalo que precisamente le había ayudado a superar su antiguo temor.
En busca de dulces sueños que nunca llegarían.
•|ꕥ|•
Ibe venia de regreso, andando por un sendero en mitad de un bosque, con todas cosas con las que partió, quizá tuviese alguna caja de más pero no era algo que pudiese cambiar a estas alturas. Miraba preocupado de un lado al otro como si buscara algo en mitad de los árboles.
Philip se veía cansado, caminaba lento y reaccionaba despacio a las indicaciones que Ibe le mandaba, andando despacio, dando la sensación de estar dando un gran esfuerzo para mantenerse en pie, cosa que era probablemente correcta. Tenían el sol bajando a sus espaldas, con el frio viento comenzando a abrirse paso por todos los rincones. Habían estado todo el día viajando.
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Something hidden in his eyes [Banana Fish]
Fiksi Penggemar«Érase una vez en una tierra lejana. Un joven príncipe que vivía en un hermoso castillo...» Una historia tan vieja como el tiempo mismo. De un encuentro inesperado, de un romance incorrecto. De un mundo en el que pueden ser, aunque no deban ser. De...