Capítulo Dos: «Me enamoré de él»
Sam sonrió tironeándome del brazo fuera del salón de clases, sonreí de vuelta aliviada aferrándome a su brazo apenas dimos con el pasillo.
–Oye Sam, y ¿Quién es Annesophie? – traté de adquirir confianza con la rubia.
–Ella es una francesa, al igual que yo, como te estarás estando cuenta la mayoría, si es que no es que todos aquí, somos de otros países, esta secundaria es prácticamente de intercambios– Ella exhibió su mejor sonrisa mostrándole el dedo del centro a un chico que silbaba en su dirección, tomó aire para continuar. –Lo siento – gruñó. –Estos jodidos babosos volvió a sonreír. –como te decía, con Annesophie fuimos compañeras de sala cuna y realmente, no se que haría sin ella –
–Te digo algo Samy, jamás eh tenido una amiga así... digo – Medite un momento –Una relación de amigas inseparables – me encogí de hombros.
–Y, ¿qué me dices sobre novios? – inquirió ella.
–Mi último y primer novio – suspiré pesadamente. –Se fue de Canadá sin siquiera decir adiós, es decir, no se, quizás lo olvido– mi corazón cayó de golpe al piso y mi garganta se hizo un nudo.
–Oh no, lo siento, yo... – Ella se reprendió en voz alta, se acercó más a mí.
–No te disculpes, no sabías, es que yo... – respiré hondo. –Me enamoré de él y realmente me duele que Connor se haya ido así – dije sintiendo las agujas pinchar las esquinas de mis ojos.
–Él, era un completo idiota – pataleó Samantha, mientras lanzaba miles de improperios contra Connor como si lo conociera desde hace miles de años.
–No sé si algún día, vuelva a querer de nuevo a alguien de esa forma Samantha– confesé tragándome mis lágrimas.
–Lo harás querida, alguien llegara a sanara tu corazón roto – respondió ella con un suspiro. –Por ahora entraremos en la campaña «Un novio lindo y bueno para ____»–Reímos juntas. –Haré afiches de todo tipo, de todos los colores y con tus mejores fotos, por su puesto, si queremos casar algo – replicó ella como refiriéndose a una presa que hay que capturar.
”Estas loca Sam”, respondí riéndome.
–¿Loca Yo?, Gracias – respondió la rubia haciendo una reverencia, Reí de nuevo y justo en ese momento el timbre de vuelta a clases había dado su estruendoso toque alentando a todos a entrar a clases.
(...)
–¿Cómo estuvo eso de ser la alumna nueva hija? –pregunto mi padre sin separar la vista de la carretera que se construía delante de nosotros.
–Todo, – busqué la palabra indicada. –Perfectamente – respondí anímicamente, recordando a la rubia y esbelta Samantha o Sam como le gustaba que le digan.
–Y... ¿Por qué tan bien?, en mis tiempos ser el nuevo era lo más difícil y lograr adaptarse era aún más complicado – respondió él ágilmente mirándome como a un bicho raro.
–Es que mi compañera de asiento es muy agradable y los chicos en la secundaria también, además están todos acostumbrados a esto de los intercambios y los chicos de otros países... – pensé un momento. –Gran Bretaña tiene cultura Papá –
–Me alegro de ello hija – respondió él, inundando el automóvil de un silencio Familiar.