3 pequeños y su madre

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El dormir hasta horas muy tardes de la mañana se había acabado para Seokjin y de igual forma el dormir durante las noches pues el tener a tres pequeños cachorros inquietos por descubrir el mundo era algo que le recortaban las horas de sueño, si no era que tenían hambre a horas muy tempranas de la mañana era que no se querían ir a dormir en las noches manteniéndolo despierto cuidándolos de cualquier peligro que pudiera presentarse.

Entre sueños sentía a sus pequeños moverse entre sus brazos buscando una mejor posición para seguir durmiendo. Su cachorro de en medio de la manada estiraba sus patitas mientras soltaba un chillido y se volvía acomodar cerca del castaño, sus ojos buscaron a los dos cachorros que faltaban en su cubil. Miro por su alrededor buscándolos, no podían estar tan lejos si hace un momento los sentía acomodándose cerca de su pecho y brazos. Con cuidado de no despertar a su pequeño se levantó, estiro un poco sus patas y salió del cubil siguiendo el suave aroma de leche materna que desprendían los cachorros.

El cachorro de pelaje negro como su padre se escondía detrás de unas plantas para saltar sobre el lomo de su hermano mayo mientras este se encontraba asechando un grillo. Ante los ojos de Seokjin era una escena muy tierna, pero a la vez algo triste, se supone que él y Nam tendría que estar enseñándole a sus cachorros a como cazar una presa, pero la realidad era otra el encerrado con sus pequeños y Nam en alguna parte del bosque y tal vez olvidándose de el.

El mas pequeño salto sobre su hermano asustando la presa del castaño y que esa saliera brincando por ahí, los dos hermanos se levantaron y corrieron detrás del bicho que brincaba de un lado de otro esquivando los torpes movimientos de los pequeños. Jin rio enternecido mientras negaba y tomaba camino hacia la comida.

El cachorro albino que se encontraba dentro del cubil preso de sus sueños fue despertado bruscamente al sentir movimientos agresivos a su alrededor suyo sintiéndose en peligro. Uno se sus hermanos callo sobre el haciéndolo chillar de miedo alertando a Jin.

-¡Mama!-grito asustado llamando la atención de Jin que no tardo en llegar al cubil encontrando al albino llorando hecho un ovillo en medio del cubil y a sus otros dos cachorros escondidos detrás de una piedra con las colas entre las patas. Tomo a su pequeño de la nuca si llegarlo a lastimarlo y lo dejo cerca de su pecho tranquilizando sus sollozos al momento de acostarse en el nido cambiando su forma para poder acariciar su pelaje.

-JinJin, Han vengan acá-los pequeños salieron de su escondite con la cola entre las patas, las orejas bajas y a paso lento. Sabían que su madre los regañaría y no les gustaba ser regañados- ¿Cuántas veces les tengo que decir que no jueguen dentro del nido mientras Yesung está dormido?-

-Lo siento mama-contestaron los dos al unido con unas inmensas ganas de llorar cosa que Jin noto. Sus pequeños no eran malos o desobedientes, solo eran demasiado juguetones y llegaban a asustar a su hermano por los movimientos bruscos que llegaban a hacer.

-Y soy Papa no Mama, ¿entendido?-

-Si mama- suspiro y rodó los ojos ante la respuesta. No le molestaba ser llamado madre, pero todavía no se acostumbraba a ser llamado de esa forma.

En un movimiento rápido atrapo a sus tres pequeños entre sus brazos llenándolos de besos en toda su carita mientras ellos reían por las cosquillas que les causaban esos besitos fugaces por su piel. Se recostó boca arriba con los tres cachorros sobre su pecho. Han coló su mano por el cuello de la playera de su madre intentando bajarla para dejar al descubierto su pecho y poder alimentarse un poco. Gruño molesto al no lograr destapar el pecho de su madre en varios intentos inútiles. Cerro los ojos, presionando los parpados y comenzó a hacer ruiditos de quejidos, sus manos seguían buscando bajar o quitar la molesta prenda del cuerpo de Jin. En eso abrió la boca y comenzó a llorar. Jin sabia que su hijo mas pequeño se molestaba y se ponía sensible cuando tenía hambre.

Sin lastimarlos se acomodó descubriéndose el torso flaco dejando libre su pecho. Tomo a Han en brazos de manera que todo su cuerpecito estuviera en dirección a su pecho y sus hermanos se acomodaran cerca de él. El pelinegro al sentir cerca el cuerpo de su madre se calmo y con su pequeña nariz olfateo el aroma que desprendía el pecho de su madre. Succiono despacio, sin apurarse, tranquilizándose. Jin miraba a su cachorro con detenimiento, viendo y analizando cada pequeño rasgo o gesticulación que hacía. Muchas veces se había preguntado si los ojos de sus hijos cambiarían de color o siempre se quedarían de ese tono azulado que los embellecía.

Mas de una vez se preguntó si Nam llegaría a conocer a sus pequeños hijos y que opinaría de ellos, si el los vería igual de hermosos como los hace el. ¿Qué estaría haciendo en estos momentos?, ¿Él lo pensaría tanto como lo pensaba Jin?, ¿Lo extraño?, ¿Acaso el se acordaba siquiera de el?.

Un ultimo capitulo antes de entrar de nuevo

adivinen que sigue en el siguiente capitulo

Luigi's <3

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