Yoonmin

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Dedicado a lebanesemj

Suga es transferido al habitad del albino. Cree que el albino será igual de Seokjin así que tendrá cuidado con lo que hace. Se sienta en la entrada esperando ver al albino aparecer, escucha las plantas moverse, unos ojitos azules aparecen entre ellas e igual que unas orejitas blancas sobre las plantas.

Suga lo mira atento, es casi imposible encontrar a un lobo híbrido albino. ChimChim sale de los arbustos dejando al descubierto su impecable pelaje tan blanco como la nieve.

ChimChim cambia de forma dejando ver a un joven más pequeño que él, con unos enormes cachetes que cuando sonríe sus ojitos desaparecen, sus ojos azules de un azul muy claro con su cabello blanquecino. Una belleza de omega digna de tener junto a él.

ChimChim todavía es un cachorro juguetón, su cola se mueve muy alegre de tener a otro lobo con él. Una gran sonrisa aparece haciendo desaparecer sus bellos ojitos azules.

- ¿te vas a quedar conmigo? - los ojos azules brillan de emoción haciendo que se acelere su corazón.

-tal vez niño bonito-

Fue así como Suga se quedó en el habitad del lindo chico de mejillas regordetas. Cada día el cachorro quiere jugar con el mayor, pero el otro prefiere estar dormido o acostado sin hacer nada. Y hoy es un día de esos.

El cachorro va hasta donde se encuentra su mayor dormido hecho un ovillo.

-hyung...-muerde las grises orejas del contrario- vamos a jugar-

Las orejas del pelo gris se agitan en su lugar bajo los dientes del otro. Suga desprende un fuerte aroma a menta que embriaga un poco al albino.

Se despierta bostezando, sus ojos hacen fuerza dejando salir unas pequeñas lagrimas estancándose en sus pestañas. Se estira en su lugar bajo la atenta mirada del albino.

-ChimChim...ven aquí-estira sus brazos hacia la dirección donde esta el albino, Jimin se acerca un poco sentándose a su lado.

Rápidamente es apresado por los brazos del peligris, recarga su cabeza en el hueco del cuello ajeno, inhala el aroma a vainilla que ahora es mas fuerte.

Lame el cuello ajeno provocando que se estremezca en sus brazos. Reparte pequeños besos por su cuello haciendo que Jimin suelte pequeños jadeos y uno que otro gemido.

Sugar pone a Jimin bajo suyo colando su mano bajo la camisa de Jimin llegando hasta sus botoncitos rosas, une sus labios con los carnosos labios del otro, besa con suavidad Para después dejar una suave mordía en el labio contrario haciendo que Jimin suelte un gañido aprovechándose para adentrar su lengua a la boca ajena. Sus lenguas se encuentran en un húmedo juego. Acaricia y tironea de los pequeños pezones del albino sacando gemidos un poco más fuertes. Sugar se separa del otro admirando como se estremece y tiembla bajo su suave toque en su cuerpo.

-Hyung...pare- sus labios están rojizos y húmedos, en sus mejillas se han pintado de un rojo muy tenue- se siente raro- es la primera vez que Jimin siente algo así ya que desde que tiene memoria el creció en cautiverio, su madre vivió aquí así que él no sabe que es ser salvaje como Sugar aparte de que todavía no ha tenido su primer celo.

Los ojos azules se comienzan a cristalizar amenazando en que no tardan en derramar unas cuantas lagrimas que no son de placer sino de miedo. Jimin está asustado no sabe qué pasa con su cuerpo, esto es nuevo para él, no sabe por qué está reaccionando así por unos simples toques.

Como pues logra quitar a suga de encima y sale corriendo a las plantas escondiéndose entre ellas sintiendo su cuerpo temblar. Solo se ven los lindo ojitos azules entre las plantas siendo aguados por las amargas lagrimas que comienzan a salir.

Suga se levanta y camina hasta las plantas bajo la mirada del albino que sigue sin moverse de su lugar.

-ChimChim...- lo llama en un bajo susurro que es apenas audible para el albino que abraza sus piernas contra su pecho. Suga estira su mano para alcanzar al albino que cada vez se encoja más en su lugar bajando sus orejitas blancas hasta estar pegadas a cabeza y metiendo su cola entre sus piernas abrazándolas

-ven aquí no haré algo que no te guste- se sienta al lado del cachorro que se recorre un poco por la presencia de otro, suga se siente como su corazón se oprime por el intento del albino de retirarse de él teniéndole miedo, el cachorro se ha ganado el corazón del pelo gris tan solo con sus sonrisas que ocultan sus bellos ojos azules, su tierna risa, el cómo cada mañana lo despierta con todo el ánimo del mundo, se sienta fatal por haber lastimado al pequeño, por causarle que sus lágrimas mancharan las regordetas mejillas.

—Jimin... no haré nada de lo que tú no quieras- se acerca al contrario buscando su mirada entre sus brazos cruzados.

- ¿Lo promete Hyung? - sus ojitos se han tornado de un colorcito rojo hinchando sus párpados, la punta de su nariz está rojiza y algún que otra vez hipa.

-si ChimChim-estira sus brazos atrapando al más pequeño en ellos, Jimin esconde su rostro en la playera del otro sin importarle mojarla con sus lágrimas. Suga se entretiene peinado y repartiendo caricias en su cabello y parte de su espalda, después de un tiempo Jimin se queda dormido aferrado a la playera del contrario como si su vida dependiera de eso. Suga como puede carga a Jimin llevándolo hasta normalmente duermen, lo recuesta con cuidado procurando de que esté cómodo y sin más se acuesta con el abrazándolo para poder descansar un rato junto al pequeño de mejillas regordetas que tanto le encantan.

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