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Maratón 1/3

Días después, el cumpleaños de Chan llegó. Se había pasado releyendo la última conversación con Woojin, se emocionaba al leer que le decía "Bebé" y ahora le llamaba por "Channie" ese pequeño sobrenombre hacía sonrojar por completo sus mejillas.

Faltaban tres horas para que sus amigos llegaran y Chan estaba en su armario buscando que ropa ponerse, pero toda ya estaba vieja y no tuvo tiempo de comprar alguna nueva.

Suspiró rendido lanzándose en su cama.

—Debí ir de compras con Seungmin ayer que me lo pidió— susurró contra la almohada.

Su puerta fue tocada y la voz de su abuela se escuchó.

Chan, cariño. Ya me voy a casa de tu tía, espero que mañana que regrese tengas la casa en orden, ¿eh?

—Tranquila, abuela. Estará como está ahora, en este momento. Así que vaya con cuidado— levantó un poco su cabeza para hablar bien.

—Que pases un lindo día, cariño— y dicho eso se fue.

—Gracias, abuela.



Woojin estaba en camino a casa del menor, tenía el regalo en su mano derecha y en la otra tenía una bolsa extra. Bajó del autobús y a unas cuadras llegó a la casa celeste con un pequeño jardín enfrente. Sacó su celular revisando la hora, eran tres horas antes.

Tocó el timbre pero nadie parecía escucharlo. Tomó la libertad de entrar, la puerta estaba abierta, entró y en silencio subió las escaleras hasta llegar a la habitación del menor, abrió la puerta y sus ojos se abrieron como platos al ver tal escena.

Chan estaba mirándose al espejo, estaba usando unos mayones color blanco, una corta falda color celeste junto con una blusa muy apegada a su cuerpo. Éste al ver a Woojin en su espejo mirándolo con tal asombro se giró de inmediato, su rostro estaba rojo.

—W-Wooj-jin, ¿Q-que ha-haces aquí?— corrió a su cama cubriéndose con sus sabanas.

El mencionado sacudió su cabeza para tratar de calmar su caliente rostro y acelerado corazón.

—Aún es muy temprano para que estés aquí— continuó el menor, su cuerpo estaba cubierto dejando su cabeza fuera.

—Y-yo...— tragó saliva y miró al menor atentamente. —Sólo quise venir para ver si necesitabas ayuda en algo.

—P-pues, no... Gracias...

Un silencio algo incomodo se formó entre ambos, pero sus miradas no se despegaron en ningún momento.

Chan...— el menor mordió su labio inferior y poco a poco bajó la sabana de su cuerpo. —¿Puedo preguntar por qué traes puesta esa ropa?— se acercó poco a poco quedando sentado en la orilla de la cama.

—Sólo estaba probandola... Quería ver si se me veía bien— bajó su cabeza avergonzado.

Woojin quería decirle que en verdad se veía deseable con esa ropa, que la modelara para él, pero estaría loco, obvio no lo diría.

—Aparte...— prosiguió Chan. —No tengo nada que ponerme para esta noche...

—Es por eso que traje esto...— levantó la bolsa extra que traía y la dejó frente al menor. —Vi esta ropa en el centro comercial y pensé que se vería genial en ti...— dijo con una sonrisa.

Chan tomó la bolsa y sonrió, pues como él lo dijo, no tenía nada que ponerse. Sacó las prendas, un pantalón negro algo ajustado, una playera de cuadros roja junto con una chaqueta de cuero color negra, era un conjunto agradable para el menor. Salió corriendo de la cama y midió su ropa frente al espejo.

Woojin lo miraba de espaldas detalladamente, mordía su labio por dentro conteniendo sus ganas de tomar al menor y acariciar su cuerpo.

—Muchas gracias, Woojin— se giró a ver al mayor sin dejar de sonreír. —Digo... Gracias, daddy— y entró corriendo al baño.

Woojin solo se quedó con sus mejillas rojas manteniendo una pequeña sonrisa en sus labios.

Minutos después salió con la ropa de Woojin puesta, arreglo un poco su cabello y se colocó frente al mayor quien estaba mirando su celular.

—¿Me veo bien?

Woojin levantó su vista mirando de arriba hacia abajo al menor.

—Sabía que se te vería genial.

——🍁——

Jisung y Minho fueron los primeros en llegar, después se les unió al el primo Félix, los cinco estaban comiendo unas frituras junto con refrescos, aún no se interesaban por el alcohol.

Woojin estaba realmente agusto, tenía toda la atención de Chan, pero la felicidad no dudaría tanto. El timbre de la entrada sonó y Chan de inmediato fue a atender.

—¡Ya llegué!— gritó un Changbin alegrando más el ambiente.

Woojin estaba riendo al lado de Félix, pero al ver al peli-negro aquella acción desapareció en segundos.

—Dejaré esto en mi habitación...— tomó en sus manos el regalo que el recién llegado le dio.

Te acompaño— Chan asintió y ambos subieron las escaleras.

Woojin no dejó de mirarlos, le dio un gran enojo al ver a ambos riendo y subir. Con fuerza apretó su vaso y chasqueo su lengua para dar un sorvo a su refresco.

Félix notó eso y sonrió por inercia.

—¿Aún no le has dicho?— dijo el rubio asustando un poco al mayor.

—¿A que te refieres, Lix?— fingió total confusión y el rubio rió con más ganas.

—He visto tus acciones en lo que va de la fiesta, son muy notorios tus celos— tomó una papa frita y la metió toda a la boca.

—¡Tonterías!— hizo lo mismo que el menor pero en vez de una, se llevó todo un puño.

Felix rió y se levantó para ir al baño. Ambos chicos bajaron y se sentaron a su lado con una sonrisa que Woojin correspondió sin ánimo.

La noche sería larga para Woojin, sin duda.

MENSAJES [WooChan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora