Y quién iba a imaginar que Todoroki Shouto si tenía amigos en la preparatoria, aunque no fueran a la misma escuela, mantenía una amistad normal con ella, a la que muchos consideraban su única excepción.
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Todos tenemos excepciones, eso es algo indiscutible. Y para Todoroki Shouto las excepciones no eran nada más que las escazas cosas que toleraba en su amarga vida y apesar de tener quince años la consideraba amarga porque sabía claramente que vivía con el pasado y el odio recorriendo sus venas constantemente, por sucesos que marcaron su vida y lo habían definido como un chico grosero, arrogante que tenía ya una meta impuesta desde pequeño, que aunque repudiaba a su padre aún así entrenaba arduamente para poder algún día ser mejor que él, ser un gran héroe.
Jamás se la vio sentarse junto a alguien a la hora del almuerzo y los trabajos grupales prefería hacerlos él sólo. Muchos lo tomaban por un antipático, asocial, un cubo de hielo presumido por ser hijo del héroe número dos; Endeavor.
No obstante y para sorpresa de muchos, aquella tarde de Abril fue el día en que medio salón quedó asombrado, pues ver al asocial Shouto Todoroki hablando, conviviendo, respirando el mismo aire que aquella jovencita era tan extraño como ver a un unicornio bailando tap. Las compañeras de Todoroki, algunas, sintieron celos y otras se preguntaban y tenían la urgencia de saber si esa chica tan bonita, tan elegante era su novia.
Por su parte, Todoroki podía sentir la mirada de sus compañeros en él, lo cual le molestaba.
—Creo que sus compañeros lo están viendo de manera extraña, Todoroki-san —habló Momo viendo hacia atrás, el uniforme de su escuela la hacía resaltar entre todo el alumnado— ¿Es por mí? Creo que no debí haber venido.
—No —soltó secamente— Solamente están asombrados de verme acompañado.
—¿No suele andar en compañia? —indagó Momo como cierta pena que esfumó en cuanto lo vio arrugas el entrecejo.
—No necesito relacionarme con ellos.
—Comprendo —musitó la chica, sabía que Todoroki no era amigable, a veces se preguntaba cómo es que eran amigos.
Para Todoroki, la única razón por la que le hablaba era porque conocía a Momo desde la infancia, ya que sus familias en ese tiempo habían sido amigas. Cuando su madre terminó en el hospital la familia Yaoyorozu creyó que lo mejor era mantener una distancia de los Todoroki, de todas formas la principal razón de su amistad era por parte de las señoras de cada familia y sin Rei presente, la señora Yaoyorozu no veía motivos para seguir visitándolos, a parte de que Endeavor se había vuelto más brusco desde que su hijo menor le exclamó cuanto lo odiaba.
A pesar de todo, Todoroki y Yaoyorozu mantuvieron una sencilla amistad por mucho tiempo, a Momo no le importaba lo frío y distante que solía ser Shouto, pero no iba a negar que sin duda alguna extrañaba al Shouto con el que milagrosamente jugó en su niñez. Recordaba que al padre de Shouto no le gustaba que este perdiera el tiempo en cosas como esas. Después de él, Momo no había tenido más amistades infantiles y dedicó su niñez a las enciclopedias que habían en la Biblioteca de su hogar para desarrollar de mejor manera su peculiaridad.
