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Prólogo

PRÓLOGO

        Podía observar como pequeñas gotas caían sobre mi ventana y como cada una de ellas sonaban al ritmo de mi corazón. Notaba como mi respiración se aceleraba con sólo recordar que todo en mi vida pronto cambiaría. Recuerdos que regresaban instantáneamente, algunos dolorosos, otros llenos de alegría, pero cada uno de ellos formando una gran parte de mí. Sentada en el alféizar observaba como los coches cruzaban la avenida desapareciendo lentamente entre la lluvia y la densa niebla. Las farolas parpadeaban al encenderse anunciando la llegada de la noche, al igual que la luna, que empezaba a asomarse poco a poco. Deslicé mi dedo sobre el cristal intentando escribir la única palabra que para mí no tenía significado alguno. Amor.

        Las expectativas llenaban mi cabeza. ¿Qué me esperaría? ¿A quién conocería? ¿Encontraría por fín mi lugar? No podía saberlo, no aún.  Tenía miedo, no podía negarlo, la presión de vivir por mi cuenta y de renovar mi vida, mis amistades y mi mundo, me estaba empezando a llenar de ansiedad. Llevaba siglos queriendo salir de aquí: Denver, ¡qué ciudad tan maravillosa! Qué pena que ésta había dejado de llenarme desde hacía ya un tiempo. Mis padres por otro lado y por si fuera poco no dejaban de ahogarme, sobreprotegiéndome de una manera insoportable. La realidad era que mañana saldría hacia Miami, con dos maletas, un nudo en la garganta y miles de sueños por cumplir.

        Dejé que aquél pensamiento diera vueltas en mi cabeza mientras terminaba de hacer una de mis maletas. La dejé a un lado, pensando en las cosas que había decidido meter y en las que no, visualizando mentalmente todo y procurando no olvidarme de nada. Justo encima de ella puse mi ropa del día siguiente y me dejé caer sobre la cama por una última vez antes de irme. Una pequeña lágrima recorrió mi mejilla, la cual rápidamente desapareció entre mis sábanas. Cuatro años era mucho tiempo, realmente lo era. Todos aquellos pensamientos y preguntas atormentaban mi mente y justo antes de caer en un profundo sueño, pude observar como la  palabra escrita con perfecta determinación en mi ventana había desaparecido por completo, convirtiéndose en otro recuerdo.