Swim Academy

Bienvenidos

Capítulo 1

Bienvenidas

 -Señores pasajeros del vuelo RX2043, con destino a Miami, por favor presentarse en la puerta 16.- anunciaron los altavoces del aeropuerto.

-Bueno, supongo que ha llegado la hora de despedirnos.-dije, intentado sonar despreocupada, aunque las lágrimas que empezaron a salir de  mis ojos me delataron.

-Cariño, no llores, que ya sabes lo sentimental que me pongo.-dijo mi madre, abrazándome fuertemente.

Mi padre, intentando ocultarse tras sus gafas de sol, no pudo evitar derramar algunas lágrimas también mientras se unía a nuestro abrazo.

-Recuerda cielo, nada de chicos ni fiestas.-dijo, sacándome una sonrisa.

-Lo sé papá. Os llamaré a penas llegue al internado.-

-Sara, me he perdido mi partido de fútbol por tu culpa        .- anunció mi hermano Kevin, haciéndonos reír a todos.

-Te echaré de menos enano.-exclamé, dándole un gran beso en la mejilla, el cual respondió con un “puaj”.

        Sam, mi hermana mayor, había decidido despedirse de mí ayer, con la absurda excusa de que no le  gustaban las despedidas. Yo la conocía perfectamente y sabía que la verdadera razón era una fiesta a la que ella había decidido asistir ayer. Probablemente ahora mismo se encuentre despertando, con un terrible mareo y un dolor de cabeza insoportable productos de malas decisiones tomadas durante la noche. 

    Después de haberme despedido de cada uno continué en dirección al avión. Había esperado este día desde hacía ya demasiado tiempo, supongo que por la emoción de estar sin padres, pero ese sentimiento de libertad que tanto esperaba nunca llegó. Le entregué mi billete de avión a la azafata y antes de entrar eché un último vistazo hacia atrás observando como tres de las cuatro personitas más importantes de mi vida, me decían adiós.

        Encontré mi asiento y saqué el folleto del college.“Swim Academy”, la academia con la que todo nadador soñaba, probablemente porque el simple hecho de conseguir una beca era cada año más difícil. Por ello me sentía orgullosa, había sido un año duro y de mucho trabajo pero todo ese esfuerzo estaba por fin dando sus primeros frutos. La solicitud de la beca resultó ser un proceso incesante, cada día debía de rellenar un formulario distinto y todo eso sin contar el interminable verano. Estuve esperando una respuesta durante 5 largos meses, tanto que mis padres estuvieron a punto de inscribirme en la universidad estatal de Denver. Justo antes de que agosto acabase recibí una carta. La felicidad que sentí al ver el escudo del internado pegado junto a la estampilla fue indescriptible.  Recuerdo perfectamente cada palabra escrita en ella, ya que al no creerme lo que sucedía tuve que leerla al menos unas veinte veces.

“Señorita Stone, muchas gracias por habernos enviado su solicitud, ha sido una de los afortunados elegidos para estudiar en nuestra institución. Por ello, le queremos dar la más cordial bienvenida esperando poder verla en este nuevo año escolar. Nuevamente, gracias.”

-Perdona, creo que estás sentada en mi asiento.- dijo una voz cercana.

Un chico más o menos de mi edad se encontraba de pie justo a mi lado. Sus ojos, de un color azul intenso me observaban fijamente y sus labios expresaban una graciosa sonrisa.

-Lo siento, hoy estoy súper despistada.-dije, sentándome en el asiento contiguo y sintiendo como mis mejillas empezaban a enrojecer.

-Tranquila, le podría suceder a cualquiera.-