La esperada Asamblea

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Capítulo 2

La esperada Asamblea

-Que sí mamá.- suspiré cansada.

-Recuerda comer bien y protégete contra el sol, que dicen que el verano en Miami es muy fuerte.- continuó mi madre.

-Mamá estoy perfectamente. No te preocupes, os llamaré todos los fines de semana. Saludos a papá, a Kevin y a Sam.-

-Te queremos cielo, nunca lo olvides.-

-Y yo a vosotros.-

        Después de veinte minutos discutiendo con mi madre sobre si me había olvidado de algo o no, pude colgar uno de los numerosos teléfonos públicos que tenía el edificio de las chicas. El edificio estaba constituido por cuatro plantas, la inferior era la sala de ocio. Ahí nos reuníamos para ver televisión, escuchar música, entrar en internet y llamar a nuestras familias. La segunda y tercera planta eran de habitaciones, cada una con su propio baño. Por último estaba la azotea, desde donde se podía ver el resto de los edificios que conformaban Swim Academy.

        Las clases eran impartidas en la zona central del internado, en el enorme edificio cubierto por ventanas. A su izquierda se encontraban la piscina de entrenamiento, el gimnasio y un poco más arriba el edificio de los chicos. Nuestro edificio se encontraba en la parte derecha, junto con la biblioteca, los dormitorios de los profesores y el aula. El aula era donde se daban las charlas de bienvenida y de gran importancia de nuestra institución. Por último, en la parte trasera del edificio principal estaba el comedor, la piscina de competición y  la Bookstore de Swim Academy. El internado había sido creado para chicos y chicas de entre 18 y 22 años, por lo tanto había sólo un edificio de chicas y uno de chicos, lógicamente con una importante separación entre cada uno.

        Habíamos quedado con los chicos a las siete en la puerta del comedor, pero después de la pequeña indiferencia que había tenido con Eric, no me apetecía nada verle la cara otra vez. Decidí darme una ducha con agua caliente y echarle un vistazo a mi horario y a las materias que debía de elegir, ya que a penas eran las cinco de la tarde. El agua caía lentamente sobre mi cuerpo, relajándome cada músculo y haciendo que mis pensamientos flotasen a mi alrededor. Si todos los chicos iban a ser igual de arrogantes que Eric, no quería ni imaginarme lo que me esperaba en estos cuatro años. Salí envuelta en una toalla y con la mente un poco más clara y tranquila, probablemente a causa de la ducha.

-¿Qué pasa S?- preguntó Brittany, sentándose cuidadosamente en el alféizar de nuestra única ventana.

-¿Dónde están Vanessa y Penny?- quise saber.

-Se han ido a dar una vuelta, aunque me parece que Penny sólo quería saludar a Mark.- dijo guiñándome un ojo.

        Sonreí ante la idea y fuí hasta mi armario para buscar algo de ropa que ponerme. Quizá unos vaqueros y un top rosa no quedarían mal para la cena.

-Le gustas.- dijo Brittany.

-¿A qué te refieres?- quise saber intentando sonar despreocupada, a pesar de que sabía perfectamente a lo que se refería.

-Eric. Le conozco como si fuese mi hermano. Somos amigos desde la guardería. Por eso sé que le gustas.

-Pues a mí no me lo parece.- respondí un tanto obstinada aunque sorprendida de la afirmación que Brittany acababa de hacer.

-Quizá no te lo parezca pero Eric no tiene ni idea de cómo tratar a las chicas, he intentado ayudarle, pero lo suyo llega a otro nivel. Él cree que ignorándote te ganará pero se ha dado cuenta de que le ha salido al revés el plan.- exclamó soltando una risita.

-Pues sí.-

-Venga no te lo tomes así, tómatelo como un halago.- comentó

-Bueno, no quiero pensar en eso ahora, ¿Me ayudas a elegir algo de ropa?.-

-Claro que sí.-  

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         A las siete en punto nos encontrábamos en la puerta del comedor. Estaba vestida con un fino vestido blanco que Brittany había decidido prestarme con la idea de que a Eric le encantaría. Minutos después llegaron Tony, Mike, Eric y un chico alto de pelo castaño que supuse era Mark.

-Hola chicas.- dijo Tony, besando rápidamente a Britt.

        Nos saludamos rápidamente y entramos en el comedor. El espacio era increíble, había mesas por todas partes y las paredes eran de un tono dorado, decoradas delicadamente con cuadros y dibujos de nadadores olímpicos y antiguas fotos de la academia. Una  larga fila se situaba a nuestra derecha y una mezcla de aromas llegaban a mi nariz de forma gloriosa. Nos pusimos en la parte final de la cola y empecé a fijarme detenidamente en cada uno de mis nuevos amigos. Yo estaba de primera. Detrás de mí, Britt y Tony se sonreían el uno al otro como primeros enamorados, ella de pelo rubio y ojos azules y él de pelo negro y ojos verdes. Marc y Penny hablaban de una forma muy cordial, él la miraba con aire amistoso pero en ella se podía ver la deslumbrante sonrisa que éste le producía. Seguidamente estaban Vanessa y Mike, cojidos de la mano aunque más atentos de la comida que el uno del otro. Mike tenía un estilo muy rockero, era rubio y con ojos grisáceos, Vanessa por el contrario era morena y con ojos tan grandes y verdes que parecía una gato. De último estaba Eric, mirándome con ojos sombríos y con una mueca dibujada en el rostro, decidí quitar la mirada rápidamente  y concentrarme en la comida que a medida que nos íbamos acercando, el olor se hacía más intenso. Hoy tocaba solomillo y patatas, puse el plato en mi bandeja y cogí un zumo de piña y un yoghurt de postre. Fuí hasta la mesa más cercana y esperé a que el resto me siguiese.

-Adoro el solomillo.- comentó Mike.

-Si hay algo de lo que no nos podemos quejar es de la comida del colegio.- me explicó Nessa.

        En el segundo en el que probé la carne, estuve totalmente de acuerdo con ella.

-¿Lista para la prueba de iniciación del lunes, S?- preguntó Tony.

-¡¿PRUEBA?!- grité, atragantándome con un trozo de carne y haciendo reír a todos.

-Todos los años, al empezar el curso se nos hace una prueba de nivel. Pero no te preocupes, es simplemente para medir nuestro tiempo y hacernos competir un poco.- explicó Britt.

 -Por la mañana tendremos la Asamblea, se harán las presentaciones de los nuevos profesores y alumnos y el lunes por la tarde tendremos la prueba después de clases.- continuó Mark.

-¿Alguien tiene ganas de ver al erizo?- rió Penny.

-¿El erizo?- pregunté confundida.

-Es nuestra directora.- soltó Eric, diciendo sus primeras palabras en toda la noche.

-Es insoportable pero terminas acostumbrándote a ella.- sonrió Mike.

        Continuamos hablando, riendo y comiendo, hablando de los segundos que queríamos mejorar de nuestras marcas y de la gran competencia de invierno que se celebraría este año en Europa.

-Bueno, nos vemos mañana en la asamblea chicas.- dijo Tony despidiéndose.

        Salimos todos por la puerta, cada grupo hacia su respectivo dormitorio.  Justo antes de alcanzar al resto de mis amigas Eric me detuvo, depositando un pequeño papel en mi mano y alejándose rápidamente en la otra dirección. Lo abrí con manos titubeantes y pude leer con letra un poco borrosa:

’’Nos vemos a las doce en punto en vuestra azotea. Eric’’

Noté como el vello de la piel se me erizaba sólo con pensar en estar a solas con Eric. Arrugué el papel con los dedos y me lo metí en el bolsillo, acelerando el paso e intentando alcanzar a mi grupo.

Swim AcademyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora