Perdiendo y ganando

Magica soledad

Tres días.

Tres sangrientos días que estuvo atrapado dentro de esta casa.

Tres días desde que había vuelto con sus padres.

Era incomodo, por decir menos, su actitud hacia el era. . . Irritante.

Siempre sentían la necesidad de saber donde estaba, que hacía, que le gustaría hacer, entre otras muchas cosas.

Había empezado a aprender más sobre sus padres, que habían cambiado mucho con el paso del tiempo.

Su padre, al parecer, había conseguido un trabajo fijo solo semanas después de haber escapado. Aparentemente, una pobre pareja anciana se había conmovido devido a la pérdida del pequeño niño Snape, es mas, se sintieron identificados con ellos devido a que también habían perdido un niño.

El punto, que Tobias trabajaba en un restaurante popular como chef.

Eileen, por su parte, se dedico completamente a ser un ama de casa, limpiando y manteniendo toda la casa. Además que se había dedicado en sus ratos libres a la repostería.

Todos los días preparaba algo, ya sean pasteles, galletas, tartas, budines, cupcakes y demás. Eh insistía que probase todo, aunque no era tan malo.

Habían preservado su habitacion, exactamente igual a como la dejo. Con dibujos y todo. Pero estaba más limpia, más cuidada, como si hubiese vivido un niño feliz y satisfecho en ella.

Claro que no importaba, ya que fue obligado a dormir todos los días en la cama de sus padres, por miedo a que saliese por la noche y se escapara de nuevo.

Había intentado fugarse, solo una vez, mientras sus padres dormían.

No salio tan bien.

Estando a nada de abrir la puerta, una alarma de algún tipo sonó desde la nada, alertando a sus padres de su paradero.

Cabe decir que nunca más intento escapar.

Se preguntarán, ¿que cosa hicieron?

No quieren saberlo.

"Sev cariño! Puedes bajar un momento?"

Soltando un suspiro derrotado, se puso de pie y bajo las escaleras en dirección a la cocina.

"Si?" Pregunto cansada mente, levantando la mirada.

Se sorprendió por lo que había en la mesa.

Su mochila.

Rápidamente tomo la mochila y la reviso, encontrando solo una pocas cosas faltantes. Eso lo alivio inmensamente.

"Recuerdas esto?" Posando la mirada en su madre, vio que tenia su viejo dragón en sus manos "te lo compramos cuando naciste, amabas está cosa"

"Si. . ." No sabia que decir exactamente "fue un buen juge-"

"Lo traías a todos lados" lo interrumpió "no podías dormir sin el, era tan hermoso. . ."

"Aja" asintió, fingiendo interés "hermoso. . ."

"Solía darle vida con mi varita" acarició la cabeza "te encantaba perseguirlo por la habitación. . ."

"Ah, si claro. . ." Siguió con la corriente hasta que proceso lo de la varita "Espera, ¿que?"

"Y tu primer ataque de magia accidental te hiso volar para estar con el, como lo recuerdo"

"Magia?" Ahora estaba confundido.

"Cariño" sacó un extraño pedazo de madera alargado, muy parecido a los que los hombres tenían "será mejor que te sientes"