Soy Mia provost acompañame en esta historia.
" A veces las personas no son lo que parecen ". Eso no tuvo un sentido hasta que realmente supe quien era él.
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Era un sábado por la mañana, desperté con mis ojos rojos e hinchados no quería que me vieran así. me fui a bañar, abrí el grifo dejando caer gotas de agua fría por todo mi cuerpo al terminar en rollo una toalla alrededor de mi cuerpo y una en mi pelo, me seco una vez ya seca me pongo crema hidratante es muy Rica y con un olor fabuloso, elijo unos short de mezclilla rasgados y un top blanco con rayas rojas, me maquillo con poco de base para tapar mis ojeras y un poco de color en mis mejillas estoy muy pálida y lo último rimen en las pestañas y un humectante labial.
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bajo son las 8:25 am. y no e visto a nadie en la cocina o en la sala me dispongo de comer algo y optó por unas tostadas y jugó de naranja, mientras les estaba poniendo nutella a mi tostada pasa por la sala casi corriendo karla ni se da cuenta de mi presencia así que estoy desapercibida sigo con mi desayuno, tomó asiento en la isla y me como lo que prepare veo bajar a un Ian sin playera con todo el pelo despeinado, me ve y se acerca a mi.
-Buenos dias, nena-dijo plantando un fogoso beso en mi mejilla no tardan mis mejillas en tornarse de color rojo por la rabia.
-chao-dije cortante para después irme estaba por subir las escaleras pero alguién me detuvo ese era Ian, no se en que momento pero ahora me tiene acorralada contra la pared, me penetra con la mirada hay un destello de deseo en sus ojos, mira mis labios y yo hago lo mismo nuestro espacio personal se fue a la mismísima mierda, acorta cada vez más la distancia.
-porqué tan apurada? -pregunto mientras a acaricia mi mejilla.
-te importa acaso? -respondo enseguida.
-por que tan distante conmigo? -pregunto con una sonrisa mostrando su dentadura.
-porque será haber, primero mientes de que te gusto, que no estas con alguién, después resulta que soy la mejor amiga de tu novia y me vienés con eso-dije numerado con los dedos.
-no te he mentido, yo con ella no tenemos nada, pero sabes con quien si quiero-y luego me besa es un beso dulce que no hay apuro.
Separa un poco sus labios.
-te quiero para mi y solo para mi-dijo volviendo a besarme, sus labios ahora están en mi cuello.
Ian toma de mi trasero y me carga, rode mis piernas en su cadera.
