Al seguirse adentrando en el bosque la luz comenzaba a perderse entre los árboles y por alguna u otra razón los niños terminaron perdidos ya a horas avanzadas de la tarde. Tenían hambre. No abian cómido como solía pasar algunos días de mal trabajo para su madre. No abian desayunado, no habían comido y estaban seguros que ese día no hiban a senar. Pero en sus inocentes mentes todavía existía la posibilidad de un aperitivo siquiera. Pero no, en ese momento no, tenían que buscar ayuda para su madre. Su madre esperaba que ellos la ayudarán o al menos eso pensaban sus dulces mentes.
A lo lejos comenzaron a escucharse ruidos huecos como los de un tambor y el traqueteo ajeno de las ramas al caminar, el inconfundible ruido de mover las hojas secas con los pies su inigualable cascabeles y su estridente anuncio. Ya entrada la noche estos sonidos se hacían cada vez más fuertes pero, ellos no tenían miedo, ¿no tenían miedo?, ¿A que deberían temerle? Si en el bosque solo abia conejitos y moscos pensaban ellos aunque un recuerdo fugas de cuando ellos atraparon un conejo en las afueras de ese mismo bosque, que se lo mostraron a su madre y que ella les sonrrio les pidió el conejo y ellos sin rechistar se lo dieron y horas después tuvieron una comida rica y llenadera. Su madre les dijo esa vez "cada vez que venga un conejo lo recibiremos con los brazos abiertos, y si no vienen por su cuenta obligenlos"Una disimulada risa se escucho serca de ellos, esa risa no causó nada de gracia los niños querían correr pero solo era una risa y una posible ayuda para su madre así que se atrevieron.
"Hola?, Por favor ayúdenos" dijo la niña y mayor de ambos. Su voz sonaba quebradiza aguda y suave."Ayúdenos" repitió su hermano. Con un tono de voz un poco más grave que el de su hermana pero tierno.
"¿Ayudarlos? " Sé rio amargamente una vos chillona y rasposa.
Los niños se asustaron. Un sirculo de fuego fue formándome a su alrededor asta que los atrapó en su centro. Un zumbido estremecedor los comenzó a aturdir y de poco a poco comenzaron a sentir moscas, mosquitos, escarabajos y todo tipo de insectos comenzaron a rodearlos y de entre ellos apareció un hombre delgado y de buen ver, sus facciones eran delgadas y pálidas pero masculinas vestia con una túnica negra de seda que caía con un corte recto desde sus hombros asta el suelo de gran porte y un sintura ancho atado a la sintura dondeaba al caminar lo arrastraba por las hojas.
miles de insectos lo rodeaban queriendo entrar por sus oídos, nariz, boca y asta hojos pero el no se inmutaba, a los niños comenzó a susederles lo mismo pero ellos lloraban y trataban de no abrir su boca para que los incestos no entrarán y no abrían los ojos por intervalos de tiempo para evitar todo contacto con estas criaturas tapaban sus oídos con los brazos esa sensación de impotencia y desesperación los atrapó era orribles los sentimientos pero que se le podía hacer se dejaron caer y solo develaron que su sangre fuera venenosa para estos....
Mis insectos solo jugaban, me divertía ver un espectáculo en el que sólo esperabas el final es solo una forma de prolongar el placer...
Pero ya era hora de terminar con esto.
Les arrancaría parte por parte todos y cada uno de sus músculos para que se los comiera mi ser.
...
Por favor~
...
Los insectos todos ellos se detuvieron y regresaron a su amo sin previo aviso dejando a los niños con solo dos picaduras, una para cada uno, se adentraron en su piel y como su piel misma desaparecieron en ella y el paresio ni inmutarse por ese movimiento o al menos eso trataba de disimular cuando el rostro de él cambio a uno espantado y callo de rodillas sobándose los brazos como si le ardieran.
-son venenosos.- se le oyó decir en un susurro.
Una mujer paso frente a él y se dirigió a los niños con una expresión de ternura.
—Por favor, perdonen a mi amigo,—se inco frente a ellos—es solo que tubo miedo y mando a sus mascotas a ver qué pasaba.
Ellos agacharon la cabeza aún con miedo.
—Por favor, les prometo que ya no los asustara así —ahacho la cabeza para intentar encontrarse con los hijos de ellos—¿Qué hacen dos niños en la parte más profunda del bosque? —siguio en tono dulce.
Continuará...
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El bosque de las cuatro brujas
General FictionUn niño entraba a la que sería su nueva casa, a su pricion, pero por qué sus padres le abrían enviado allí si nunca hizo nada malo. Si nunca lastimó a nadie demasiado ni lo suficiente como para que lo dejarán allí. Es cierto lo amaban mucho y no po...