Ansiedad y un poco de terror...
Eso era lo único que recorría mi cuerpo en estos instantes, a la vez, que sabía que el hombre fornido que me acorralaba contra la pared de este callejón oscuro, no me haría daño. O eso esperaba.
Su respiración agitada pegaba justo en mi nariz, su pecho subía y bajaba y a pesar de la situación se me hacia cómodo, de hecho, no habia señal de que esto fuera un robo o algo tipo así.
—Yoongi... —Me llamó, su voz gruesa retumbó en mis oídos y su aliento fresco, caló todos mis sentidos.
Su rostro era opacado por la penumbra de la noche, y solo podía notar unos lindos ojos cafés.
Qué, ¿Como llegué a esta situación?, cuando salí del trabajo, me encontraba muy cansado, así que decidí elegir el camino más corto, que era por detrás de la calle principal. Estaba feliz de la vida hasta que llegué a un punto muerto, no hallaba salida para seguir el camino y de pronto soy empujado hacia el callejón y Ahí sigue.
—¿Como sabes mi nombre? —Respondí a la defensiva, fuertemente.
—Sigues sin saber quién soy, eh. —Sentí su rostro acercarse más.
—Entonces, dímelo.
—Un gusto, Jungkook. Tu vecino.
La vergüenza recorrió un camino por todo mi rostro, mis mejillas se sonrojaron seguramente y mi labios se abrieron levemente.
Por alguna extraña razón, ese nombre se me hacía conocido.
—Yo... Eh, tengo que irme.
Intenté esquivarlo para salir a correr, pero su mano agarró mi muñeca y de un jalón me atrajo a él.
¡Maldición!, si dejará de ser tan perezoso y fuera tomado el camino largo a casa, no estaría en esta situación.
—De aquí no te vas todavía, Cariño. —Dice y esta vez estoy seguro que si trato de hablar, nuestros labios se rozarían. —He notado que estos últimos días no has visto hacía al frente.
Me quedé callado, no iba tocar ese tema con él. No le iba a hablar del porque lo espiaba cuando follaba a sus amantes.
—¿No dirás nada? —Preguntó y yo negué. —Entonces...
Sin más, juntó por completo nuestros labios. Me besó con brusquedad y anhelo. Sin pensarlo mucho, también le correspondo y nos sumamos enseguida a un placentero juego de lenguas. Sus manos atrapan mi cintura y las mías su cuello. Me chupa el labio inferior para después darme un leve mordisco y hacer que de un saltito, enrolle mis piernas en su sensual cintura.
Chupa con fervor mi cuello dejando con el paso algunos mordiscos. Mi culo es apretado por sus grandes manos y los suspiros salen de mi boca sin permiso.
—Joder...
Le escucho decir en un susurro, me lleva contra el muro en el cual nos encontrábamos hace rato y unas de sus manos se cuelan por mi camisa, sin duda, eso aumenta aún más la clara erección que tengo.
La excitación se adueña de mi cuerpo, que lo íbamos hacer ahí y eso me ponía en demencia. Cerré los ojos para disfrutar de su toque solo hasta que sus dedos de manera ágil, empiezan a desabrochar mi Jean. De a poco, termino de nuevo en el suelo, mis ojos captan de una el bulto que trae entre su sudadera, me paso la lengua por los labios, ansioso por tenerlo dentro mio.
—¡Mierda!, por favor, hazlo ya. —Le digo entre respiraciones cortadas.
Con total lujuria, me voltea hacia el muro, mi Jean cae hasta mis rodillas y siento sus manos frías, mandarme una corriente de electricidad, cuando baja mis boxers y toca mi pene.
Segundos después, sus dedos se pasean por mi entrada, ansiosa. Introduce un dedo haciéndome gemir de placer, mis ojos se cierran de nuevo y apoyo mis manos contra la pared. Luego de tres dedos, su lengua dá un último toque para estar totalmente dispuesto para él.
Cuando la punta de su pene entra, deliro. Y de una estocada me manda al cielo, se siente lleno, delicioso y el ardor es poco. Con sus manos en mi cintura, empieza a envestirme fuerte pero rico. Los gruñidos escapan de su boca, al igual que los jadeos de la mía.
—Tan estrecho... —Su voz me excita más.
Me vengo contra el muro, al él, acariciar mi pene. Y al rato, con un gemido en unisono, su semen se libera dentro de mi y algún poco chorrea por mi culo. Él sube mis boxers y el Jean, luego de una nalgada que me deja satisfecho y ahí, nos tiramos exhaustos al sucio suelo de aquel callejón.
Que imaginar hacerlo con mi vecino, no era nada comparado a la realidad. No podía mirarlo a los ojos, pero sentía que se encontraba de la misma manera que yo; alucinando.
—Eso estuvo genial... —Pronunció después de unos minutos.
—Exacto. Vamos, te llevo a casa. —Su sudadera ya estaba arriba y su mano se extendía hacia mí, y la tomé.
Necesitaba una larga ducha.
Esa misma noche, nadie más disfruto del cuerpo de mi vecino y él no disfruto de otro. Y me alegraba que esta vez, haya sido yo y no Jimin.
No obstante, su nombre rondaba por mi cabeza, se me hacia muy conocido, estaba seguro que lo habia escuchado en algún momento. Pero, no recordaba nada.
Antes de que mis ojos se cerraran, dos notificaciones alumbraron mi móvil.
Vecino sexy:
Buenas noches, gatito.♡Sonreí ilusionado por ese mensaje y respondí con un, igualmente, para ver el otro mensaje.
Número desconocido:
Hola, soy Taehyung.
No has vuelto por acá, sin embargo, quería saber si te gustaría salir mañana a dar una vuelta.Yoongi:
Hola.
Si, todavía no pienso aparecerme por allá, pero acepto tu invitación.
Después, de pensar seriamente en si volvería a aquél lugar, llegué a la conclusión de que probar algo nuevo, no me haría daño. Pero, no lo iría todavía, talves luego, si me animo.Al fin y al cabo, todos tenemos nuestro lado voyeur, y muchos disfrutamos de esa parte, y yo no voy a ser la excepción.
Voyeur: Persona que espía o mira a escondidas a otras personas en situaciones eróticas para excitarse sexualmente.
ESTÁS LEYENDO
❥ looĸιng aт мy neιgнвor. -ᵏᵒᵒᵏᵍᶤ-
FanfictionEn donde a Yoongi le gusta observar los morbos de su vecino; Jungkook.