Capítulo 7

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Abrí las puertas del colegio y entré en mejor forma que nunca, confiada y segura. Sonreí a todos, hasta a aquellos con los que no me hablaba. Me encargué de ser la chica más perfecta de todo el colegio. Que todos dijeran los que quisieran, demostraría que nada me afectaba. Llegué a mi casillero luego de pasar entre personas amables y verdaderas hienas esperando ver mi caída. Lorena y Sophie me esperaban, esta sería mi nueva rutina de ahora en adelante.

— ¡Kaaaat! ¡Debes contarme todooooo!—Sophie como siempre, la más emocionada. —Saliste con Nicolas, no puedo creerlo, tan guapo, tan deseable, tan sexy, ay no, me desmayo...

—Tranquilízate Sophie —Lorena ya no se sorprendía ante la reacción de Sophie, ella siempre fue muy intensa.—Kat nos contará pero no te exaltes.

¿Qué haría yo sin ellas? Eran las únicas que sabían sobre mi farsa con Nicolas y, realmente, necesitaba desahogarme.

—Creo que no me fue tan mal, aunque, déjenme decirles que ese chico se lo toma como si fuera una broma. Para mí todo esto es muy serio—Quería dejarle a Nicolas un par de cosas en claro sobre nuestra "relación" pero no lo había visto entre los alumnos al llegar. —Hablando del diablo, ¿alguien lo ha visto? 

—Bueno, cariño, me han dicho cosas peores—Casi me da un paro al oír su voz tan cerca, sentí una mano en mi cintura y un beso en la mejilla.—Como todos saben, nos queremos mucho, ¿cierto bebé? Igual que unos recién casados.—Me guiñó un ojo. 

En estos momentos podría vomitar arcoiris. Cursi, cursi, demasiado cursi.

—Idiota—fue lo único que me digné a decir. Qué pésima actuación dios mío. Hasta me daba un poco de vergüenza ajena.

—Pero miren qué linda mi amor, así me demuestra todo su cariño, y ni se imaginan como me llama en privado.—Esta vez les guiñó un ojo a ellas, muy coqueto.

Ambas se pusieron coloradas. De Sophie me lo esperaba, pero, ¿Lorena? ¿En serio logró hacer sonrojar a Lorena? Este sí que era un caso grave.

—No te esfuerces Nicolas, ellas saben la verdad de nuestra relación. Por suerte para ti porque yo sí te daría un Oscar, pero al más pésimo actor de toda la historia.—Solo le dije la verdad, nadie le creería, estaba muy sobreactuado.

Él simplemente me miró y me dedicó una sonrisa que no llegó a sus ojos. Se sentía muy falsa. ¿Pero qué problema tenía?

—Bueno Kat, dime, ¿cómo quieres que me comporte?—Esta vez su voz salió tranquila, pero firme. Parecía serio con su pregunta. Eso me desequilibró por un momento, no me lo esperaba.

—Bu-bueno—Maldición. No podía balbucear ahora.—Si no fuera mucho pedir quisiera que te lo tomaras más en serio, esta relación, esta falsa relación, bueno, lo que sea que tengamos.

Nos miramos a los ojos en algo muy parecido a un juego de miradas. Ninguno daba su brazo a torcer. Desvía tu mirada Nicolas, no perderé.

En ese momento sonó el timbre y me sobresalté. Pestañeé apenas una vez y cuando miré a Nicolas noté que me observaba muy atentamente con una pequeña sonrisa. No de burla, era una sonrisa extraña para mí.

—Nos vemos a la hora del almuerzo, Kat.—Eso fue lo único que dijo.—Damas—Miró a mis amigas e hizo una pequeña reverencia, luego alzó su cuerpo y se dirigió a su salón con paso tranquilo. Nosotras hicimos lo mismo y nos fuimos por el lado contrario.

—Bueno, no parece tan malo como lo pintas—dijo Lorena.

—Guapo, ¿cierto?—Nunca faltaba un comentario como ese viniendo de Sophie.—Y muy educado.

Plan...¿perfecto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora