Era desconcertante y desesperante al mismo tiempo entrar por esa misma puerta de siempre y no encontrarte en el lugar en el que siempre estabas.
Solo encontrar recuerdos que se en algún momento dejarán de sangrar.
Era horriblemente doloroso el sentarme en el mismo sillón de siempre y pasar las manos por los reposabrazos, sabiendo que ahí era donde pasaba la magia contigo.
Aunque contigo todo era magia.
Y era desesperante.
Desesperante pero capaz de enamorarme.Jamás me había sentido tan desesperada por sentir algo por alguien, de sentir lo que sentí por ti, de lo que siento por ti.
Jamás sentí la desesperación de decirle a alguien que se quedara.
Hasta que te vi y de ahí, en todo fuiste tú.
Solo tú.
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El amor y sus desastres.
PuisiCreí que era una paleta de colores, pero en realidad, todo en él era negro; oscuro. [entrar al primer apartado para terminar de leer.]