M.3: PLAN PERFECtO

31 1 0
                                    

Todo tiene un motivo de ser. Nada es casualidad en nuestras vidas.

Alguna vez leí por ahí un texto que creo yo apoya un poco mi pensamiento; en mis palabras decía más o menos así:

"La persona que ahora está presente en tu vida ya estuvo en ella antes.

Tú nunca la notaste pero él o ella siempre estuvo ahí, sembrado en lo más profundo de tu memoria. Quizás en un tiempo que para ti es impreciso cruzaron sus caminos y lógicamente, no lo recuerdas. ¿Has escuchado sobre las teorías psicológicas del subconsciente?... Basta con que esa persona solo haya pasado por el rabillo de uno de tus ojos, por segundos y sorprendentemente ese momento se congelo involuntariamente en tu memoria. Esa persona se queda ahí estancada en tu memoria y de ahí nadie la saca.

Podría pasar tiempo después del encuentro fugaz, pero si en un futuro se da la oportunidad de que vuelvan a encontrarse, en automático tu memoria se dará vuelo al volver a ver a la misma persona. ahora si llamara tu atención de lleno y puede que seas correspondido con la misma acción. Tu cerebro enviará la orden a tu cuerpo para moverse y así pueda aproximarse a esa persona.

¡Tú subconsciente ha descongelado un recuerdo! Así, te dirigirá a la que quizás es la persona que será la dueña de tu destino.

Nosotros no conocemos los alcances del cerebro humano... Y nunca lo haremos".

Palabras más, palabras menos...

Me gusta pensar que eso mismo paso con nosotros, me gusta la idea de imaginar que mi corta e inesperada imagen de hace años se guardó en tu memoria. Por supuesto, tu imagen seguía en mi cabeza pero yo al contrario de ti estaba consciente de eso.

Es curioso pero para mí, el hecho de encontrarte fue mi salvación. El medio por el que pude curar mis heridas y abrirme paso a conocer aquello que siempre se me había negado. Eso tan increíble y que se cree inalcanzable.

Diecisiete años, una vida con el ritmo que lleva una montaña rusa eterna. Sueños guajiros e ilusiones rotas. Llevando un sueño, uno del que no tenía la seguridad de si algún día lo iba a cumplir pero por algún motivo que aún desconozco se me dio el regalo de llegar. Con miedo y ataduras, pero dispuesta a todo por lograr mi objetivo.

Veintiún años, una mala reputación. Imagen y prejuicios credos por la gente. Juventud fresca y amplio gozo de las maravillas de la vida. Existía la desolación, misma que se encuentra en un lugar abandonado y olvidado, de esos en los que nadie se aventura por el miedo que puede provocar su apariencia. Motivo por el que se despertó aún más mi interés.

¿Yo que iba a saber que justamente tú eras esa persona por quien alguna vez rece con tanto amor y fervor?

Esa vez era martes y recientemente me iba levantando de una de esas cosas tan peculiares que me pasan con mucha frecuencia... Ya sabes. Mis enfermedades raras.

Bueno, recuerdo estar muy agradecida por la oportunidad que se me había dado de poder continuar con mi vida como la conocía, estaba en apariencia feliz y daba brincos por la emoción del momento pero también seguía triste y decepcionada por lo que te conté en un inicio. Sin en cambio, sabía que esa situación no sería permanente y que pronto iba a sanar totalmente pero para eso yo debía poner mucho de mí para lograrlo. Desde hace un año decidí que Dios debía tener aún más presencia en mi vida ya que a mi parecer era lo justo.

Se me hizo fácil que ese mismo día, 23 de enero, en cuanto saliera de la preparatoria iría a la iglesia que está en el centro. Tenía un plan entre manos, algo que parecerá estar fuera de los planes de una niña de mi edad pero pues para estas cosas no hay tiempos. Todo el camino fui sola, a pesar de que mis amigas siempre andan conmigo y nos acompañamos a todos lados ese día les dije que ya iría a mi casa, les mentí por una buena causa. Quería mi espacio. Cuando iba caminando por el atrio de la iglesia iba pensando sobre mis errores y como podría corregirlos, quería ser una mejor persona en todos los aspectos porque era extraño, sentía que debía estar preparada para lo que viniera... Entre y me sentí tan en paz, me llene de paz. Fue en cuanto me di cuenta de que ahí tenía un refugio cuando las cosas se pusieran difíciles e incluso hasta pude llorar porque sabía que ahí nadie iba a juzgarme por ninguno de mis errores ni nada de lo que ya me había pasado. Recé y di gracias por todo lo que había recibido en los últimos meses. En específico de la bolsa de mi falda saqué una hojita con una oración pequeña, es muy bonita y en especial, podría decir que yo no tenía la intención de que en ese momento llegara alguien. Yo para eso entonces no estaba en condiciones para dar entrada a alguien nuevo.

Me hice en una de las bancas que estaban ahí y de verdad me concentre en las palabras que iba a leer. Nada difícil pero bueno, esto fue lo que dije:

Señor:

Sé que puedo verte, que puedo confiarte cosas grandes y cosas pequeñas, porque tú eres mi señor.

Quiero pedirte hoy algo muy especial: quiero poner en tus manos a la persona de la que algún día estaré enamorada. Aquella persona con la que compartiré mi vida entera.

Te pido que le bendigas, le ayudes y le cuides.

Donde quiera que ande bendice su camino, conserva su ánimo, guía sus pasos, fortalece su corazón, muéstrale tu misericordia.

No permitas que nada dañe su capacidad de amar...

Aunque muy probablemente no conozco a esa persona todavía, llénalo de alegría, hazlo generoso y a mi ayúdame a ser mejor. Hazme digna de estar a su lado. Que cuando nos conozcamos, vivamos juntos lo que es un noviazgo hermoso, en tu nombre y gloria; y si en un futuro lo quieres, seamos un verdadero matrimonio en tu honor.

Donde quiera que se encuentre, bendice a esa persona especial y llénala de amor.

Y finalmente te pido que me ayudes a encontrarla y si ya ha hecho presencia en mi vida, ayúdame a construir los mejores cimientos para nuestro amor. Que encuentre en mi pareja el complemento de mi existencia y que seamos todo el uno por el otro.

Te lo pido con todo mi corazón... Así sea.

Me fui de ahí en seguida de que termine de leerla, no estaba esperando nada sinceramente y era una petición que yo desee que se diera en el futuro. Si se podía en años.

Tres meses después llego un rayito de esperanza a mi vida. La persona por la que había pedido llego antes de tiempo, movió todo en mi...

Podría jurar que en cuanto mis ojos pudieron contemplarte más de cerca, desde ese momento supe que tú serías para mí y de igual forma, que yo sería para ti. Desde ese momento se cerró toda posibilidad a otra persona porque desde entonces supe que en ti ya estaba todo lo que había soñado alguna vez. Fue una total suerte de encontrarte porque sé que de no haber sido por ti, yo ahora seguiría hundida en el desastre de persona.

Me di cuenta de que aunque estuviste fuera de todo plan que yo tuviera en esos momentos, era la voluntad de Dios y yo debía respetarla y recibirla con los brazos abiertos. Sigo agradeciendo tanto que justamente tú hayas sido quien llego después de haberte pedido con tanto cariño.

Fuiste, eres y serás la mayor bendición que pudo llegar a mi vida y por eso debo darte gracias.

Fue la vida quien me trajo a donde estabas...

Un abrazo me invito a que te besara y ese beso me obligo a que te necesitara.

Encontrarte me salvo la vida, me curo los síntomas de mi agonía.

Cuando mis mañanas no tenían sentido tuve tanta suerte me encontré contigo...

Y desde entonces te convertiste en lo mejor de mi vida y le trajiste a mis mañanas alegrías

Y desde entonces todo mi mundo lo volviste perfecto.

17 días, 17 motivos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora