Mt. 14: RECORDaTORIO

28 1 0
                                    

De un 23 de mayo, después de la primera pelea...

11:00am.

Sigo llorando en mi cama, tengo miedo por lo que va a pasar y me siento tan culpable porque ahora hay riesgo de que pierda al que tiene finta de ser el amor de mi vida. Todo va creciendo en mí y necesito desahogarme. Le fallé y me duele portarme igual o peor que aquel que tanto juzgué. Somos la misma escoria, que hipócrita soy.

Me levanto y voy con intención de poner algún disco de papá en su estéreo, necesito oír algo que me duela, también necesito un trago. Lo veo ahí y comienzo a saboréalo a lo lejos, serví tanto en un vaso hasta que mi brazo se cansó y de tres tragos me lo tome. No hubo efecto, como siempre.

Cuando estaba a punto de servir otro trago, suena mi celular, no me tomo la molestia de revisar quien es y solo contesto esperando a que sea mi hombrecito el que llama.

- ¿Hola?- digo con voz suave-

- ¿Estás en tu casa?

- Para ti nunca estoy, no quiero verte ahora.

- No importa, en un rato llegare a tu casa porque tenemos bastante de qué hablar.

Cuando iba a empezar a lanzarle maldiciones, me colgó Maldito.

Yo hice caso omiso a la advertencia de que el vendría, lo ignore y sinceramente no lo creí capaz de venir, podría decir que no tenía respeto y menos responsabilidad hacia su palabra.

La música comienza a adueñarse de mí y al ritmo de Bad reputation puedo llorar y me da gusto hacerlo así, como en los viejos tiempos pero ahora, por un hombre diferente. Puta vida, mientras estaba desahogando las penas en canciones a todo volumen logro distinguir un sonido, estaban tocando mi puerta y odio quitar mi música para atender visitas, así que con la peor cara y en pijama, abrí mi puerta.

- ¿Qué rayos te paso?

- No es de tu incumbencia lo que me pase o deje de pasar.

- Hueles a tequila y se ve que estabas llorando, dime que tienes.

- Mejor dime que haces aquí importunándome.

- Necesitamos hablar.

- ¿Hablar?, no me jodas, no querrás decirme que ahora estás contento por arruinar todo como siempre, ¿Por qué? Dime, porque si ves que estoy empezando a vivir algo nuevo regresas y te entrometes como si nada hubiera pasado.

- Por favor escúchame, yo...- su voz se interrumpe por mis reclamos

- No, tú me vas a escuchar a mí, pensé que había sido bastante clara contigo la última vez pero, espera - entre a mi casa apresurada buscando mi celular.

Ya estando frente a él de nuevo me serví a pedirle se sentara en las escaleras que están fuera de mi casa y le mostré en mi celular una foto. Una foto donde mi hombrecito y yo nos estamos besando justo el día de ayer.

- ¿Ves esto? Esto se acaba de convertir en lo que quizás será solo un recuerdo y todo por tu culpa.

- Mi intención no era provocarte problemas con tu novio, lo juro pero es que yo solo quería verte un poquito de cerca, te veías tan bonita.

- Permíteme reírme tantito - dije con sarcasmo - ¿Pretendías acercarte solo para eso?

- No solo para eso, quería saludarte y pedirte una foto.

- Que patético eres, neta.

- Escucha, iba acercarme porque llevaba rato viendo cómo te abrazaba y me dieron celos y sabía que si me acercaba se haría a un lado.

17 días, 17 motivos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora